"El problema no es por qué echan a los entrenadores. El problema es que no saben por qué los contratan". Pudo haber hecho
Menotti esta reflexión pensando en la historia reciente del
Betis, en la que ha fichado su dueño, un director deportivo de pega o uno de verdad que no ha contado con la opinión del entrenador de turno, contratado igualmente porque sí, por su nombre o por haberlo ofrecido un intermediario amigo. Recordé a Menotti ayer mientras atendía a la rueda de prensa de
Poyet, al deducir de la misma que en
Heliópolis, esta vez sí, tienen por fin las cosas claras y se trabaja en una única dirección.
Me quedo con una frase del uruguayo: "Aunque mi mujer no esté muy de acuerdo, mi relación con
Miguel -Torrecilla- va a tener que ser mejor que con ella; si no, las cosas no funcionan". Será fundamental para que el técnico pueda desarrollar su idea: "Respeto al balón, control del juego, pero con carácter". Es decir, otro Celta, lo que cualquier aficionado verdiblanco firmaría. Poyet será el
Berizzo de Torrecilla y hay jugadores del actual plantel que pueden servirle ("El equipo se salvó con facilidad y eso tiene que decir algo"). Mi duda es qué mediocentros e interiores, unos puestos marcados en rojo en el librillo del técnico, valdrían.
Petros y
N´Diaye aportan mucho trabajo, pero sólo sudando no se llega a hacer algo bien hecho.
Lo bien hecho, como decía
Panzeri, se hace por talento acompañado de sudor. En definitiva, "el talento puede fabricar sudor y en cambio el sudor no produce talento". Lo atestiguan futbolistas como
Krohn-Dehli,
Daniel Wass o
Augusto Fernández, extremos finos hasta aterrizar en Balaídos, donde mutaron en pivotes 'box to box', enseñados a romper a sudar antes de explotar su talento natural, tras la recuperación, para darle un sentido al juego. Si Poyet busca control con balón,
Ceballos, al que ya metió con buen tino en faena
Merino, le puede valer, pero difícilmente el brasileño y el senegalés, salvo para determinados partidos o fases. Son perfiles necesarios, no básicos. Es en el mediocentro, además de en la delantera, por tanto, donde el Betis deberá invertir más y mejor en verano, si ?es que Torrecilla sabe, como parece, para qué ha fichado a Poyet y si ambos mantienen, como anuncian, una relación tan estrecha. Eso será fundamental, aunque le cueste el divorcio al charrúa.