La vida sin Rubén Castro

Carlos PérezCarlos Pérez
2 min lectura
La vida sin Rubén Castro
- Carlos Pérez (@carlosperezED)
El problema del Betis en el Camp Nou no fue de falta de gol. Fue de ausencia de fútbol, cuando se suponía que, aun jugando en casa de todo un Barcelona, el equipo de Quique Setién iba a salir tocando desde atrás. No en vano, el cántabro resaltó tras el encuentro que esperaba "mucho más del equipo con balón". De quedarse sin marcar no dijo nada. 

El caso es que, sin apenas dar dos pases seguidos, el Betis pudo rascar algo en su estreno liguero. Y lo hizo de la manera opuesta a la que proconizaba: al contragolpe. Primero, con un pase de Joaquín y, más tarde, con otro excelente de Narváez. En ambas ocasiones, a Sergio León. Finalmente, Nahuel y Fabián se encontraron otro par de ocasiones. No resultó difícil pensar en esos escenarios tan idílicos en Rubén Castro, como el que recuerda a su expareja cuando pasa por los sitios que solía visitar con ella. Fue inevitable. 

El canario necesitaba media ocasión para hacer un gol y Sergio León no lo hizo pese a gozar de dos muy claras. Pero sería injusto dictar sentencia. Primero, porque no hay dos futbolistas iguales y el canario, además, es posiblemente el mejor de toda la historia del Betis. Después, porque es verano, lo que implica que el palmeño, en un equipo nuevo con entrenador nuevo, no está aún acoplado por completo ni físicamente al cien por cien. 

A '7' se le valorará con el tiempo, cuando acumule ocasiones, cuando el equipo las cree. Y, seguramente, con los mecanismos en la salida mejor asimilados, con el clarividente Boudebouz en el once y ante rivales de menos enjundia, llegarán. Y no sólo para él: también para el propio Boudebouz, para Camarasa, Tello o Sanabria. La vida sin Rubén exige que sean varios los que aporten goles y eso, pese a lo vivido este domingo en el Camp Nou, depende del buen juego.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram