Joventut 81-76 Betis Baloncesto: Los problemas se multiplican

Joventut 81-76 Betis Baloncesto: Los problemas se multiplican
- G. Ávila
Gracia ÁvilaGracia Ávila 3 min lectura
El Joventut tomó oxígeno a costa de un Real Betis irregular, a ratos sin alma, que no tuvo el carácter suficiente para aprovechar los parciales positivos, desconectándose del partido y sin fuelle interior, tras las prontas eliminaciones de Oderah Anosike y Vladimir Golubovic, que obligaron a Ryan Kelly a bregar en la pintura con Jerome Jordan, el mejor de la 'Penya', que de nuevo estuvo inspirado.

La ansiedad por la victoria se notó en el primer parcial, con imprecisiones, pérdidas y desajustes, propios de dos equipos ansiosos. Anosike se borró en el 1:45 tras cometer dos prematuras faltas, mientras Joventut gozó de las primeras rentas (10-8). Desde la pintura, y un con activo Golubovic, el Betis se apuntó un parcial de 3-10 para ponerse ocho puntos arriba (10-18). Los locales ajustaron la defensa para responder con un 9-2 gracias a un triple de Albert Ventura y los primeros puntos de Maalik Wayns con la camiseta verdinegra. Con un igualado 19-20 acabó el primer acto, marcado por la impaciencia y la ausencia de mimo hacia el balón. Aunque no salió de inicio, Alejandro Martínez volvió a contar con Donnie McGrath.

Desde el banquillo, Diego Ocampo pidió a los badaloneses "un cambio de cara" y "contundencia", dos consejos que no tomaron a la ligera. Los sevillanos, sin Anosike desde el arranque, perdieron el control del partido en el 3:20 del segundo cuarto (26-24), tras un ataque liderado por Tomasz Gielo.

El Betis volvió a demostrar su irregularidad antes del descanso, lastrado por 12 pérdidas, falto de concentración, aunque dominando el rebote, faceta que a la postre casi igualó Joventut (38-37).

La victoria fue para quien más la deseó. El paso por vestuarios activó a los de San Pablo, que tras un parcial de 2-10 se pusieron cinco arriba (40-47), con un jugadón de Nobel Boungou-Colo y Luke Nelson, lo que encendió las alarmas de Ocampo que sacó al parqué a Patrick Richard. Él solo se bastó para anotar un 8-0 y poner un inquietante 60-53 antes del último asalto.

La historia se volvió a complicar para el Betis que acumuló un sonrojante parcial de 23-6. A falta de cuatro minutos para el final los visitantes se quedaron sin pívots, y aunque tuvieron opciones de forzar la prórroga (79-76, a falta de 42 segundos), la veteranía de hombres como Sergi Vidal terminó condenándoles. Este Betis es incapaz de amarrar un partido.
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