Lille 0-0 Sevilla FC: Nada tumba a estos guerreros

Si un partido no lo puedes ganar, no lo pierdas. El Sevilla se aplicó está máxima para sufrir y aguantar el empate en los últimos minutos de un encuentro que dominó con claridad en la primera mitad, no aprovechó sus llegadas, sufrió las lesiones de Koundé -antes del partido-, Rekik y Acuña y terminó al límite de sus fuerzas y jugando a lo que quería su rival. El empate, no obstante, le permite afrontar la segunda parte de la liguilla teniendo que recibir a sus dos 'rivales' por el segundo puesto. Aunque muy lejos de un Salzburgo que ha puesto la directa.

 

Sorprendía de nuevo Lopetegui con la presencia de Rekik, otra vez en el once, aunque luego se conocería que Koundé era baja y no estaría ni en el banquillo. Suso recuperaba la titularidad mientras que Óliver se mantenía en el equipo inicial junto al 'intocable' Fernando y a un Delaney que va ganando peso en el plantel.

 

Con la victoria del Salzburgo en la mente de ambos, los dos equipos sabían que este partido podría decidir su futuro en el grupo. Y eso pareció entenderlo un Lille que amagó de inicio con una presión alta, que complicó las salidas de un Sevilla que, como siempre, trató de imponer un control y un ritmo que le permitiera manejar el partido; y, de paso, frenar la velocidad en las contras del conjunto francés.

 

Con dos líneas de contención, el Lille esperaba al Sevilla, que tardó doce minutos en asomarse por el área rival. Suso, tras jugada personal, mandó un aviso a la portería del exatlético Grbic.

 

Ni se inmutó el Lille, que tenía claro su plan de partido. Presionar, ser agresivos y salir como flechas. Así acabaron dos llegadas antes del cuarto de hora que pusieron en dificultades a la defensa sevillista.

 

El plan era perfecto, pero enfrente tenía a un rival que no se amilana y que, si le das espacio, acaba metiéndote en tu área. Y si cometes un error, te mata. Grbic lo cometió (20'), Rafa Mir lo aprovechó y sólo la pierna salvadora de Djalo evitó el primero del conjunto de Lopetegui.

 

Suso mandaría un nuevo aviso antes de los 25 minutos, tras un recorte con el que se deshizo de su defensor y el disparo le salió ligeramente desviado. El Sevilla, a estas alturas, ya empezaba a monopolizar la pelota. Su rival había bajado la presión y el partido cada vez se jugaba nmás en campo contrario.

 

A la media hora, Ocampos buscaría el palo para provocar la estirada del exmeta del Atlético. Entre medias, Bono había sacado un claro remate de Renato Sánchez, aunque había llegado tras una error en el pase de Acuña no tanto por méritos de Lille. Fue la ocasión francesa más clara en todo el partido.

 

El gol se intuía... Y pudo llegar en un centro de Suso (39') en el que Ocampos, omnipresente en ataque, logró adelantarse a Grbic para rematar de cabeza ligeramente fuera. El Sevilla, viendo lo estirado que estaba el Lille en estos minutos se mostraba más vertical que en partidos anteriores y alcanzaba con cierta facilidad la última línea de defensa del conjunto local.

 

Suso, con su tercer disparo lejano, firmaba la octava llegada sevillista en una buena primera mitad, que no dio para más, pero sí dejó la sensación de que el Sevilla era superior sobre la pizarra y sobre el césped.

 

El Lille repitió su salida de inicio tratando de llevar el encuentro a su terreno y se encontró con una de las jugadas más claras de su rival, una conexión entre Suso y Navas, que centró el palaciego y Ocampos, de chilena, no la pudo enganchar. Habría sido el gol del año.

 

Todo seguía pintando bien para el Sevilla en un partido que, tras ese 'aviso', había hecho recular de nuevo a su rival. Pero se encontró con varios contratiempos inesperados. Lopetegui se quedaba sin su 'stopper' después de que Rekik se rompiera y Fernando tuviera que retrasar su posición. Era una desgracia tras la baja previa de Koundé y la no presencia de Gudelj en la lista europea.

 

Dicen que las desgracias nunca vienen solas. Si Rekik se retiraba lesionado a los 55 minutos, Acuña duró nueve más. El argentino, al límite en los últimos partidos, ya había dado todo lo que podía.

 

El partido había entrado en una fase que no gustaba demasiado a Lopetegui. Su equipo dominaba, llegaba a las inmediaciones del área rival, en especial por banda derecha, pero no se mostraba muy preciso en los centros. El Lille no sufría. Y tampoco parecía muy preocupado por el resultado. Sólo cuando el Sevilla tenía el balón en su área hacía un esfuerzo extra para tratar de robar en una zona peligrosa. El resto del tiempo las veía venir.

 

Lopetegui agotó los cambios a falta de 15 minutos. Suso y Ocampos, entrando por banda, habían sido los jugadores que más peligro habían creado en el área sevillista. Sin alas, tocaba reconstruirse dese el centro del campo, donde hombres como Jordán, Rakitic, Delaney o el Papu Gómez tenían que dar un paso adelante y empezar a acumular protagonismo y posesión.

 

Lejos de eso, al que dieron aire los cambios fue aun Lille que se quitó de encima el dominio visitante y se fue adelante buscando la heroica en los últimos minutos. El Sevilla se le veía algo tocado en lo físico. Metido en su campo, robaba demasiado lejos del área del Grbic y, cuando llegaba, lo hacía con su rival replegado.

 

Aún tuvo que sufrir más Lopetegui cuando un disparo galo tocó en la mano de Delaney. Estaba sobre la línea del área, pero Oliver, como antes había ocurrido en el área local, estimó que era involuntaria. 

 

Había que apelar a la épica, a una acción de genialidad o al balón parado. Rakitic, como en los dos partidos anteriores, tuvo esta ultima opción sobre la bocina, pero su lanzamiento de falta desde el borde del área topó con la barrera.