Como muestra el titular de
la portada de ED, ha comenzado
la cuenta atrás para Víctor Sánchez del Amo. Desde el club se asegura que seguirá la próxima temporada, lógico respaldo público. Pero resulta evidente que los números, tampoco las sensaciones a las que apelaba
Torrecilla, no soportan la apuesta por un técnico al que le quedan
nueves exámenes finales para ganarse esa anunciada continuidad.
Víctor, amortizado para algunos, está en el punto de mira de una afición que parece confiar más en la capacidad del plantel que en las malas decisiones tomadas en los cambios por el entrenador, quien, además, echa tierra sobre su propio tejado
señalando a Rubén Castro y empeñándose en jubilar al que sigue siendo el mejor delantero de la historia del Betis. O empieza a ganar, o no descarten un clásico cántico de sentencia: "Víctor, vete ya".