Con
Sanabria, el fichaje estrella, sin brillar, con
Joaquín medio año lesionado, con
Rubén Casto viviendo su peor temporada como bético, con el Betis cuajando una de las peores campañas de su historia... podría parecer imposible destacar a alguien, salvo a
Ceballos, en una temporada para el olvido. Y sin embargo, hay brotes que, de mantenerse, auguran futuro en este equipo. Y casualmente, excepto
Pezzella, todos han llegado este año.
Torrecilla -y entonces
Poyet- avisaron a comienzos de temporada que los refuerzos no eran sólo con vistas a la presente campaña, sino mirando a lograr conformar
un Betis grande en las próximas. Aunque su trabajo quedé eclipsado por el mal momento del equipo,
Mandi, Pezzella, Brasanac o Durmisi han crecido esta campaña.
Al menos así lo dice su valor de mercado.
Aún queda esperanza.