Octubre es pronto para exámenes y, de hecho, es el mes en el que debe empezar a configurarse lo que en mayo dará resultados, pero Berizzo pasa en cinco días dos controles que pueden decidir si suspende antes de tiempo este curso. Tras los fiascos de Bilbao, Moscú y Valencia, los dos últimos con humillación incluida, la afición no sólo va a tener en cuenta el resultado de los dos próximos partidos en casa sino de cómo llegue éste y de si el equipo da muestras de poder resucitar de su encefalograma plano. De hecho, antes de que llegaran los fiascos, las dudas por el juego asaltaban a un Sevilla que estaba en puestos de Champions y éstas se han acrecentado en los últimos 15 días. A todo esto, se la jugará con problemas en defensa y dudas en el resto de puestos. No es la mejor forma de llegar a noviembre. Si llega...
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