Serra Ferrer ha hecho un buen trabajo desde que aterrizara en Heliópolis (de vuelta, en realidad) en mayo de 2017. También ha tenido resbalones, algún error en la planificación o en la toma de decisiones, aunque resulta indiscutible que los aciertos constituyen una inmensa mayoría.
Los resultados están a la vista. Bien es cierto que el balear es la cabeza visible de un proyecto que cuenta con otras patas indispensables para su estabilidad. Ángel Haro y José Miguel López Catalán se encargan de que haya estabilidad societaria, holgura económica y agilidad ejecutiva a la hora de abordar las negociaciones, al tiempo que Quique Setién aporta su experiencia y su criterio, así como la apuesta por un estilo en el que casi todos los que desembarcaron encajan como un guante.
Juntos conforman un equipo ganador que, encima, ha cincelado una plantilla de las mejores de la historia del Betis (la mejor, sin duda, en términos de valor de mercado). Encima, tras escaparse Dani Ceballos por una cantidad inferior a su cotización real, se han movido a la perfección en los despachos para blindar a los que descollan de verdiblanco. Quien los quiera, deberá rascarse el bolsillo. Y, como con Fabián, eso servirá para rearmar un bloque con tanto presente como futuro... y calidad.
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