En Nervión nunca se acaba el gol. No importa que se marchen futbolistas con apariencia de insustituibles por su aportación de cara a gol, porque siempre llega otro que le sustituye y que incluso eleva a aún más alto el listón. Desde hace un tiempo el Sevilla se erige en una fuente inagotable de 'killers', disfrutando casi en sesión continua de arietes que han marcado épocas, al menos desde que llegaron Kanouté y Luis Fabiano.
Antes ya había gozado con futbolistas míticos como Arza, Polster o Suker, pero más a cuentagotas. Desde 2005 se han ido sucediendo delanteros que han entrado en la historia sevillista. Entre ellos, Gameiro y Ben Yedder, que tomó el relevo de su compatriota y no sólo ha mantenido el nivel sino que ya lo ha superado en varias facetas, y que el domingo puede ahondar aún más su huella.