Existía expectación por ver en acción al nuevo Betis de Rubi más allá de que aún resten por sumarse los internacionales y los fichajes deseados, y lo cierto es que dejó sensaciones positivas a pesar de la derrota.
En pretemporada, y más tras sólo una semana de trabajo, la trascendencia reside en los avances que se perciben, en la asimilación de la filosofía del nuevo míster, y, en este sentido, se apreció un cuadro verdiblanco más vertical, con profundidad en las bandas y que, salvo despistes puntuales, interpretó con acierto conceptos defensivos como el repliegue.
Faltó puntería de cara a portería, el 'killer' que tanto ansía, un déficit para el que el Betis ya está a un paso de cerrar a Borja Iglesias, su objetivo prioritario en este mercado estival.