Monchi siempre suele llamar a la prudencia y
destaca por su responsabilidad a la hora de realizar operaciones, siempre dentro de los márgenes de acción del club, sin poner en peligro su equilibrio económico.
Esto no quiere decir que no arriesgue, al contrario, la limitación promueve que realice apuestas en el mercado por jugadores en los que, pese a su juventud, cree firmemente, como ocurrió el pasado verano con
Koundé, al que convirtió en uno de los fichajes más caros de la historia nervionense.
Si tras un exhaustivo seguimiento estima que merece la pena el desembolso, lo realiza, sin descuadrar las cuentas, claro. Por ello, no extrañaría que en verano repitiera fórmula, con menos gasto por las circunstancias, pero
mirando al presente y al futuro.