Una semana de entrenamiento, rara, en la que sólo algunos se han visto las caras, y de lejos, en la que sólo han podido hablar a distancia, en la que el temor a lo nuevo estaba instalado en todas partes mientras se avanzaba hacia
su 'nueva normalidad'.
Pero también en la que se veía
la ilusión porque el juego volviera y algunos lo sentían como si fuera la primera vez que se calzaban unas botas.
Nadie dijo que sería fácil, pero lo importante era dar el primer paso. Y ése se ha dado sin noticias destacadas, lo que a su vez es una gran noticia. El fútbol,
como ayer mostró la Bundesliga, está más cerca de volver que nunca. Un fútbol diferente, pero en esencia, el mismo. Ya queda menos.