Éver, qué bueno que volviste

Enrique GarcíaEnrique García
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Éver, qué bueno que volviste
- Enrique García
En sus 17 años como director deportivo el puesto que más trajo de cabeza a Monchi fue el del organizador. El gaditano, que encontró el gol con Luis Fabiano, Kanouté, Negredo, Bacca o Gameiro, tuvo muchos más problemas para encontrar el centrocampista capaz de aglutinar el fútbol. En los primeros éxitos nervionenses el cerebro era un lateral derecho, Daniel Alves, y después probó con los Romaric o Cigarini. En Rakitic buscó un mediapunta y encontró un todocampista, pero fue con Banega con quien dio en la tecla.

A Óscar Arias le ha sido mucho más fácil encontrar al jugador por el que pasará todo el fútbol nervionense en la 17/18. Sólo ha tenido que cazar una oportunidad que le ha salido al encuentro. Eso también es ser director deportivo.
El primero en agradecerlo será Berizzo, pues para tener el balón, gestionarlo y hacer daño no hay nadie mejor que Banega, quien se sentirá mucho más ubicado en Sevilla que en Italia.

Vuelve el argentino al único equipo europeo que ha sabido entenderlo tras un año en el que ha sido injustamente tratado por sus entrenadores en el Inter, un equipo que lleva años devorando buenos profesionales y que ha acabado malvendiendo a uno de los mayores talentos que ha pasado por el Sevilla en los últimos años.

Al rosarino habrá que juzgarle por lo que haga con el balón y no por su espantada de hace sólo un verano, cuando se marchó casi gratis. Si hay algún lector que renunciaría a cambiar de trabajo cobrando el doble porque le tiene mucho cariño al actual que le silbe, aunque si es sevillista, le saldrá más a cuenta aplaudir a un futbolista top y decirle aquello tan argentino de ´Éver, qué bueno que volviste´.



 
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