El rincón de Cádiz que parece un mirador al cielo

Arcos de la Frontera es el municipio más poblado y extenso de la comarca de la Sierra de Cádiz y uno de los más bonitos de la provincia, con una posición estratégica entre la campiña jerezana y la serranía. Sus calles empinadas llenas de historia y sus casas con paredes blancas lo hacen un destino ideal para visitar en una escapadita este otoño.

Arcos de la Frontera tiene un casco histórico privilegiado

Reconocido como Conjunto Histórico, su centro histórico te transportará a su legado andalusí, invitándote a perderte por sus callejuelas. El Castillo Ducal fue un alcázar militar en el periodo musulmán, aunque el castillo actual responde a las reformas efectuadas en los Siglos XIV y XV.

También podrás visitar la Puerta de Mantreras y lo que queda del recinto amurallado, que se conserva justo al lado de las casas señoriales y palaciegas. Entre sus edificios religiosos, destaca la Basílica Menor de Santa María, la Iglesia de San Francisco o el Convento-Hospital de San Juan de Dios, que son algunos de los más de una decena de iglesias, conventos y ermitas.

Una gastronomía espectacular

Arcos de la Frontera tiene una rica herencia histórica, con una influencia árabe marcada también por la posterior conquista cristiana. En sus caches fluctúan vestigios de épocas anteriores, como la fenicia y la romana, que también influyeron junto a la cristiana, que le dieron sus iglesias, palacios y conventos.

Precisamente por los numerosos pueblos y culturas que han fluctuado en este municipio gaditano a lo largo de los siglos ha hecho que su patrimonio gastronómico sea toda una delicia. Entre los productos de la huerta destaca la alboronía, propia de los viernes de cuaresma y al que se le considera el antecedente andaluz de todos los pistos, llevando calabaza, tomates, cebolla, pimientos y garbanzo. Los alcauciles rellenos son otras de las estrellas gastronómicas de Arcos, siendo una de las formas más ricas de cocinar esta variedad de la alcachofa.

Aunque si hay algo que te 'quitará el sentido' esos son los bollos de Semana Santa, hecho de una masa de pan que se enriquece con ingredientes como el aceite de oliva, especias, almendras, azúcar y ralladura de limón. Aunque tampoco hay que olvidar los pestiños, que recuerdan al pasado árabe de la región y las pastas de las Monjas Mercedarias, siendo las más conocidas las de almendras.

Las impresionantes vistas de sus miradores

Aunque si hay algo que no debes dejar pasar en tu visita son sus miradores, que te darán una vista periférica de la sierra además de ser el punto perfecto para visualizar atardeceres de película. Destaca el Mirador Plaza del Cabildo, desde el cual se puede visualizar el Valle medio del Guadalete con sus huertas, así como la Sierra de Dos Hermans, la Sierra de la San y enclaves como Medina Sidonia.

Tampoco puedes perderte los miradores de Abades y de San Agustín, desde los que podrás contemplar el discurrir del río Guadalete desde dos perspectivas completamente distintas, con unas vistas que te quitarán el hipo. Así que si piensas hacer una ruta por los pueblos de Cádiz, recuerda apuntar en tu lista Arcos de la Frontera.