No es un partido para sacar conclusiones, claro que no, pero tampoco es un encuentro para pasar por alto. Es cierto que la derrota casi se presupone de antemano casi para cualquier rival que visite el Camp Nou, pero hay derrotas y derrotas. El Betis de Poyet, con un sistema distinto, quiso meter muchos hombres por dentro para frenar a Messi y Suárez, pero se olvidó de las bandas, donde Alba y Sergi Roberto hicieron mucho daño.
Para colmo, se mostraron demasiado blandos cuando el balón merodeaba la frontal del área de Adán, el mejor de los béticos en la tarde de ayer. Y es que hay cosas que parecen que no cambian, Adán y Rubén Castro, Rubén Castro y Adán son medio Betis, si no más. El portero salvó una goleada muchísimo más escandalosa y el canario maquilló el resultado con dos goles en los dos únicos disparos a puerta que hizo el delantero verdiblanco.
Fernando Ruiz