Ligue 1 (Francia)

Antonio Cordón, el Monchi del Mónaco

Antonio Cordón, el Monchi del Mónaco
El director deportivo del Mónaco, Antonio Cordón. - R. S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 9 min lectura
De la noche a la mañana, Antonio Cordón se ha convertido en uno de los hombres de moda en el mundo de los despachos. El Mónaco, club del que es director deportivo desde este verano, ha llegado a los cuartos de final de la Liga de Campeones de forma brillante después de dar la campanada tras eliminar en octavos al Manchester City de Pep Guardiola.

Pocos esperaban en el mes de julio que el Mónaco iba a ser uno de los ocho mejores equipos del continente. No había muchos indicadores que apuntaban a ello. El club monegasco, con varios jugadores veteranos y bastantes fichajes a golpe de talonario, no había conseguido el objetivo de superar al PSG en Francia desde la llegada en 2011 a la presidencia de Dmitry Rybolovlev.

El filántropo, inversor y empresario ruso, llegó a entrar en la lista de las cien personas más ricas del planeta elaborada por la revista Forbes en 2009. Ocupó el número 79. En 2015, descendió hasta la 156, pero aún es un millonario que, como muchos otros, han comprado un club de fútbol con la idea de convertirlo en uno de los mejores del mundo.

Sin embargo, su política no funcionó. A veces, el fútbol a golpe de talonario es efectivo, pero en la mayoría de las ocasiones resulta un fracaso. En su primer año, no consiguió ascender a un equipo que estaba en Segunda División. Con Claudio Ranieri, a la segunda intentona, lo logró. Fue en mayo de 2013 tras proclamarse campeón de la Ligue 2.

Entonces, llegaron los fichajes millonarios. Primero, compró a James Rodríguez por 40 millones de euros; después, a Joao Moutinho por 25; a ambos les siguieron Ricardo Carvalho y Radamel Falcao, que batió el récord de 63 millones; también llegaron Jérémy Toulalan, Eric Abidal y Geoffrey Kondogbia; y todo, para conseguir el subcampeonato de la Liga de Francia.

En la 2014/15 se frenaron las inversiones y salieron del club James Rodríguez rumbo al Real Madrid y Falcao al Manchester United. En Liga acabó tercero, el mismo resultado que el curso pasado, en el que quedó por detrás del París Saint Germain y del Lyon, a 31 puntos de los parisinos.

Entonces, llegó al club Antonio Cordón. Lo hizo desde el Villarreal, donde hizo una labor silenciosa pero muy efectiva durante 17 años, los últimos ocho al frente de la parcela deportiva del club castellonense con hechos efectivos y contrastados.

Entre ellos destacan la evolución de Santi Cazorla desde juvenil hasta convertirse en una estrella o los fichajes de Gabriel Paulista, Mateo Musacchio, Eric Bailly o Giuseppe Rossi.

Todos ellos llegaron muy baratos y se marcharon a buen precio. Algunos como Musacchio siguen, pero otros como Bailly se fueron al Manchester United por 40 millones de euros, Gabriel Paulista dejó 20 millones en las arcas del club tras ser traspasado al Arsenal y Rossi otros 10 tras su marcha al Fiorentina.

Cordón, un hombre hecho a sí mismo, comenzó su carrera en Madrid como profesor de educación física en el colegio San Agustín, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu. De ahí se convirtió en ojeador del Villarreal, después dio el salto a la dirección deportiva y el verano pasado, trasladó su residencia a Mónaco para instalarse cerca de La Turbie, la ciudad deportiva del club del principado.

Hasta ahora, su labor no lucía demasiado. Pero eso ha cambiado: "Por tradición no me ha gustado mucho hablar. Me ha gustado mucho trabajar en la sombra. Es lo que hice en Villarreal. Aquí, la figura del director deportivo es más importante a nivel de medios. Hay una pequeña necesidad de que el director deportivo tenga que hablar un poco más y comunicar con la prensa y las radios", dijo a 'EFE'.

Hasta la eliminatoria frente al Manchester City, prácticamente era como Monchi, el afamado director deportivo del Sevilla, pero sin focos mediáticos alumbrándole. La gesta ante el millonario equipo de Pep Guardiola han señalado a Cordón como uno de los artífices del éxito del Mónaco.

Sin embargo, en verano la idea de ese éxito no estaba muy asentada. En la previa de la Liga de Campeones se tenía que enfrentar al Fenerbahce turco. Pasó la eliminatoria y después llegó su Villarreal. A los dos los venció.

"Es una sorpresa. Aquí en Mónaco llevaban años sin estar mucho tiempo primeros en Liga y en la final de Copa. Se están dando bien las cosas y no se esperaba en comparación con los últimos años. El Fenerbahce fue un equipo muy fuerte y no estábamos rodados. Después, el Villarreal, que tampoco era fácil. Se han ido superando obstáculos, ilusionándonos cada vez más con el tiempo y con el paso de las eliminatorias", apuntó.

Aunque Cordón no tuvo tiempo de hacer fichajes, sí hizo otra cosa: frenar salidas. Además, se acabó la relación con el club monegasco de algunos jugadores veteranos que acabaron contrato y no fueron renovados (Carvalho), volvieron a sus clubes de origen tras culminar su cesión (Coentrao al Real Madrid) o, simplemente, rescindieron sus contratos (Vágner Love y Toulalan).

"En la cantera hay muchos jugadores. El año pasado fue campeón del torneo más importante de Francia de jóvenes. Hay una buena cantera. Se trata de eso, de ir adaptando a esa gente joven con los que tienen más experiencia. Se apuesta por la cantera en el momento en el que se tienen buenos jugadores. En ese instante, indudablemente, hay que dar paso", señaló.

Cordón no sólo se encarga de mirar a la cantera. Hace mil cosas más. Está pegado al primer equipo organizando sus necesidades, diseña el centro de entrenamiento, organiza la parte del 'scouting' y el trabajo de observación de jugadores, está atento a la academia del club e incluso cuadra la cuentas y no deja de ver fútbol hasta en sus días libres.

Es un todoterreno incansable y el Mónaco, líder de la Liga, en la final de Copa y en cuartos de la Liga de Campeones, ya nota su trabajo. Y el City, también. Sufrió a Mbappé (18 años), Fabinho (23), Bakayoko (22), Lemar (21), Sidibe (24), Mendy (21), Jemerson (23) o Bernardo Silva (21).

El Mónaco irradia juventud, apenas quedan 'dinosaurios' en la plantilla, sólo se han gastado 40 millones de euros en cuatro fichajes y se han ingresado 15. Su rival en octavos, por contra, desembolsó más de 200 millones de euros para confeccionar el equipo que deseaba Guardiola.

Pero el camino hacia el éxito ya no pasa por los millones, pasa por el trabajo bien hecho con cabeza. Y, la principal, ahora se llama Antonio Cordón, que, aunque fue un Monchi sin prensa, ya la tiene encima. Ya no está escondido en las sombras. No puede.
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