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Un adiós y una conjura: "La determinación nos llevará al éxito"

Un adiós y una conjura: "La determinación nos llevará al éxito"
Un adiós y una conjura: "La determinación nos llevará al éxito"
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura

Madrid, 26 ago (EFE).- "No hay distancia". Esas tres palabras, expresadas con rotundidad por Alexia Putellas, resumen el nuevo estatus del Barcelona en Europa. Fue mejor que el Wolfsburgo, aunque el marcador refleje un adverso 1-0. El fútbol, en esta ocasión, le deja como ganador moral.

Por lo vivido sobre el césped de Anoeta, por el juego desplegado y por las ocasiones creadas ante el campeón de la Bundesliga, el equipo azulgrana siente que ha llegado a la orilla. En 2014 el cuadro germano le resultó inabarcable, cuando cayó por un global de 5-0. Seis años después se equiparó a él. Le tuteó sin ataduras. Le atacó una y mil veces. Solo le faltó precisión en el remate para cambiar su suerte en la Final a Ocho de la Liga de Campeones. Fue inmerecida su eliminación en semifinales, su adiós antes de la final del domingo.

Aspiraba el Barça de Lluís Cortés a repetir, por segunda temporada consecutiva, en la última ronda del torneo y a ganar por primera vez el título.

"Hace un año caímos y aprendimos", expuso Sandra Paños en alusión a la final perdida en Budapest ante el Olympique de Lyon (4-1). "Hemos trabajado, nos hemos exigido, hemos creído y mejorado. Hemos estado muy cerca de conseguirlo. Ante el Wolfsburgo no pudimos ganar el partido, a pesar de todo, pero volveremos más reforzadas, con la sensación de que estamos ahí", dijo.

Para la vuelta a casa, según comentó Alexia Putellas, la escuadra azulgrana trae consigo "más hambre, más ambición y más fuerza".

"Fue una noche dura", reconoció. "Aceptamos que la derrota forma parte de nuestro deporte, al igual que creemos ciegamente que la determinación nos llevará al éxito. Por eso volvemos a casa con más ganas que nunca de seguir avanzando, exigiéndonos, creciendo y mejorando. La decepción y las lágrimas de ayer serán nuestra energía y no pararemos hasta alcanzar este título", advirtió.

Como en la final perdida ante el Olympique de Lyon, el Barcelona encontrará en este tropiezo ante el Wolfsburgo el motor para seguir trabajando, sintiéndose ya uno de los grandes de Europa. Lo es. Sin discusión.

"Llevamos tiempo queriendo medir nuestro equipo a los grandes de la competición y hemos demostrado que ya estamos o mejoramos ese nivel. Hemos merecido ganar al Wolfsburgo", remarcó el técnico, Lluís Cortés, "enfadado" por la derrota, pero "orgulloso" del despliegue de sus jugadoras.

"Estaba todo preparado y salió como estaba previsto, pero faltó el gol y hay que hacer autocrítica, sin olvidar que son tres semifinales en cuatro años y eso dice mucho", destacó.

Dice mucho también la reacción de sus rivales. El entrenador del conjunto alemán, Stephan Lerch, admitió que el Barcelona les puso en aprietos y que su equipo alcanzó la final con una gran dosis de "suerte".

No se discute, en todo caso, que la progresión del Barcelona en la Liga de Campeones sea una cuestión de azar. Le falta poco ya para merecer reinar en Europa.

"No pararemos hasta conseguirlo. Llegará. Estoy convencida", subrayó Andrea Pereira.

Lucía Santiago

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