FÚTBOL LIGA CAMPEONES: ATLÉTICO MADRID

Prueba de fuego del Atlético

Prueba de fuego del Atlético
Prueba de fuego del Atlético
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Madrid, 26 ago (EFE).- Ni siquiera la condición de cabeza de serie aligeró el grupo B del Atlético de Madrid en su eterna aventura por su desafío aún imposible, ganar la Liga de Campeones, reencontrado con el Liverpool y Anfield, con aquel milagro de Jan Oblak en 2019-20, y advertido a la vez por el Oporto y el Milan.

Tres campeones de Europa, justo el anhelo que más desvelos provoca al Atlético a lo largo de su historia, desde que jugó aquella final de 1974 contra el Bayern Múnich, para configurar un cuarteto nada simple para el conjunto rojiblanco, que asumió la complejidad de la primera fase desde el mismo momento en que observó que el Borussia Dortmund -el rival menos duro de los cinco que podían tocarle en el segundo bombo- fue a parar al grupo C. Según avanzó el sorteo en Estambul, luego confirmó las dificultades.

Porque su presumible e insistente condición de favorito que se le propone sugiere muchos matices, cada vez más, cuando enfrenta en el último lustro la Champions; el límite inabordable aún para Diego Simeone y la era más ganadora del club. Más aún cuando está el Liverpool delante. Y, sobre todo, por sus precedentes recientes.

En sus primeras cuatro participaciones, el Atlético alcanzó dos finales (2013-14 y 2015-16, perdidas con el Real Madrid en la prórroga y los penaltis, respectivamente); fue eliminado en unas semifinales (en 2016-17, también contra el conjunto blanco) y en unos cuartos de final, en 2014-15 por 1-0 contra el mismo rival.

En las cuatro más recientes, en cambio, no ha pasado de cuartos. A esa ronda llegó nada más una vez (contra el Leipzig en 2019-20, cuando fue doblegado por 2-1); en otras dos a octavos (ante el Juventus en 2018-19 y la pasada campaña en el ultra defensivo plan ante el Chelsea) y en una ni siquiera superó esta fase: en 2017-18.

No sólo eso, sino que el Atlético no ha sido líder de cuarteto para avanzar a los octavos de final desde 2016-17. También es otro aviso, a los que ya de por sí suponen el Liverpool, el Oporto y el Milan. Es una prueba de fuego para el equipo madrileño, para saber si de verdad puede ser realmente o no un aspirante a la Champions.

Su principal rival es el Liverpool. El Atlético volverá a Anfield, que rememora un momento imborrable, para la historia y para la leyenda, que pasará de generación en generación: la hazaña del 2-3 en la prórroga en los octavos de final del torneo en 2019-20, cuando Jan Oblak se transformó en una especie de 'súper héroe' rojiblanco, por sus innumerables paradas, y Marcos Llorente descubrió el fenomenal futbolista que es, además como un goleador.

Aquella aventura, que acabó con el conjunto rojiblanco en unos cuartos de final decepcionantes frente al Leipzig, eliminado por 2-1 en la fase disputada en Oporto por la pandemia de la Covid-19, recuerda un éxito que tuvo muchas circunstancias en la vuelta: el Atlético fue mucho peor que su rival. En la ida fue al contrario.

De entonces, hace dos temporadas, a ahora, el Atlético es mejor equipo, un bloque más hecho, con un goleador de la dimensión de Luis Suárez, que también se reencontrará con su exequipo, y el Liverpool ha pasado de ser un conjunto temible, imponente, entonces el campeón de Europa, aparentemente invencible, a no serlo tanto ahora, aunque sostiene un altísimo nivel que genera respeto para cualquiera.

Alisson, Virgil Van Dijk, Fabinho, Sadio Mané, Diogo Jota, Mohamed Salah o Roberto Firmino siguen en el equipo, que ha perdido a Georgino Wijnaldum y que aún tiene guardada la revancha con el Atlético de Madrid desde hace dos años, desde que Klopp comprobó el poder del Wanda Metropolitano y la fe del actual campeón español.

El Atlético necesita toda la competitividad de siempre, no sólo contra el Liverpool, sino también contra el Milan y el Oporto, que no son lo que han sido en algunas ediciones de la Copa de Europa, pero que rebuscan su sitio, sobre todo el conjunto italiano, tras una travesía en el desierto de la irrelevancia durante varios años.

En ello está el equipo de Stefano Pioli, con Theo Hernández -que prefirió el Real Madrid al Atlético de Madrid en el pasado, mediante el pago de su cláusula de rescisión por el club blanco-, Brahim Díaz, Ante Rebic, Leao o el eterno Zlatan Ibrahimovic. No juega la Liga de Campeones desde 2014, cuando lo eliminó el Atlético.

En el Oporto, Pepe representa la jerarquía de su defensa y Toni Martínez marca los goles esta temporada. La pasada campaña alcanzó los cuartos de final. En su último enfrentamiento, también en 2013-14, el Atlético se impuso tanto en Madrid como en Oporto en el recorrido que lo dirigió hasta la final. Es otra vez el desafío.

Iñaki Dufour

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