El futbolista balcánico confesó no haber "visto la jugada del penalti" que él convirtió en el empate a uno, pero mostró su "confianza en los árbitros" y señaló que, "una vez pitado, debía aprovecharlo". "Quería meterlo para darle una alegría al equipo y a la gente", manifestó.
"No podía fallar, es un punto muy importante por seguir ahí luchando. Ha sido un partido un poco raro. Después de su gol, el equipo ha luchado y hemos tenido mala suerte al final con el palo y el rechace de Munir", reiteraba.
Pese a todo, reconoce que se va con un sabor agridulce. "El punto puede saber a poco, pero como empezamos perdiendo y marcamos en el 87 puede ser bueno, queríamos ganar, tuvimos esa ocasión... También es difícil jugar ante un equipo de tanta altura y fuerza. Tenemos que mejorar los defectos", admitía.
"Habría sido muy peligroso perder aquí. Ahora tenemos que empezar a a ganar y los partidos de casa son muy importantes para ello. Ojalá el próximo ganemos y sigamos adelante", concluía.