Brasil declara "la guerra" a Diego Costa

Antes de ayer por fin se resolvía el “caso Diego Costa” con la firma ante notario del jugador para poder jugar con el  combinado español, entrenado por Vicente Del Bosque,  si este lo considera oportuno.


Se siguieron todos los pasos legales y ahora tan solo resta que siga ofreciendo el nivel de este arranque de competición para que pueda jugar al lado de los Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, etc. En definitiva, poder jugar con los Campeones del Mundo en su deseo de pasar a la Historia del Fútbol.  
 

Eso sí, el hecho de seguir los trámites legales para que no haya dudas sobre su seleccionabilidad por España no significa que automáticamente el brasileño vaya a ir al Mundial de Brasil. Esto es algo que tanto el jugador como el seleccionador tienen claro, y que se habló antes de tomar la decisión final entre ambos.
 
Pero en medio de toda historia feliz siempre hay un “malo”, que no es otro que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), ya que a pesar de conocer la decisión final de Diego Costa, ha tratado de interponerse una vez más. Si bien, en principio era lógico que el combinado entrenado por Luiz Felipe Scolari pretendiese llevar a Diego Costa al Mundial, tras la decisión de jugar con España parecía todo dicho. Nada que ver.
 

En las últimas horas las autoridades brasileñas responsables del fútbol en el país sudamericano han solicitado retirar el pasaporte brasileño al jugador atlético y también quitarle la nacionalidad brasileña. Este hecho choca bastante ya que el jugador siempre ha dicho sentirse muy orgulloso de ser brasileño.
 
 
Por otra parte,  la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha mostrado su descontento con lo que está ocurriendo entre Diego Costa y Brasil una vez tomada la decisión del delantero. Consideran la petición brasileña como desmesurada e injusta.
 

Diego Costa ha sido elegido libremente jugar con España, por lo que las reacciones desde su país de origen deberían ser respetables. Es una decisión difícil y muy personal. Diego está agradecido a España por acogerle con tan solo 18 años y por haber sido donde ha explotado como futbolista.
 

El jugador, de 24 años, ha jugado a estas alturas en el Celta, el Valladolid, Atlético de Madrid hasta su grave lesión en la temporada 2010-2011, en el Rayo Vallecano, donde resurgió su mejor versión ofrecida en Pucela, y por último de nuevo en el Manzanares hasta el día de hoy.
 
 
Veremos a ver qué ocurre en los próximos días, puesto que la situación bien podría inspirar el guión de una buena película. Y sobre todo, no olvidar que el fútbol es un juego y nunca puede ser bueno mezclarlo con otros ámbitos. Fútbol es fútbol (Vujadin Boskov, 1979)