De Montequinto a Koper

Cristian, con paso firme en busca de su sueño

El excanterano del Sevilla Cristian emprendió en el Koper de la Primera eslovena su enésima aventura.

Cristian, con paso firme en busca de su sueño
El sevillano Cristian del Toro (derecha), en un lance de un encuentro de esta temporada con el Koper. - Carlos Vizcaíno
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno4 min lectura
Los caminos del profesionalismo en el fútbol son inescrutables y Cristian del Toro (16/08/1993) tiene muy claro cuál escoger. El sevillano, natural de Montequinto, tras su paso por la cantera del Sevilla ("el equipo de mis sueños") decidió hacer las maletas y a sus 22 años ya cuenta con una nutrida experiencia.

En la 12/13 se marchó cedido al Lleida (Segunda B), en la pasada emigró al Widzew Lodz polaco, aunque acabó la temporada en el Compostela, y este verano no lo dudó cuando su representante, Antonio Cáceres, le ofreció la posibilidad de firmar por el Koper esloveno.

"Decidí venir aquí porque era un club importante en Eslovenia y jugaba en Primera. Tenía claro que debía llegar con muchas fuerzas para jugar pronto, ya que el nivel es alto y te hace estar más concentrado y esforzarte cada día más. Esto es fundamental para un jugador como yo, joven y que quiere cada día mejorar más. Me siento cada vez más profesional y con más fuerzas. Tenía ofertas en España de Segunda B, pero no me lo pensé dos veces en venir aquí", declaró.

En este momento, el central ha tenido que parar debido a un fuerte hematoma en un cuádriceps, pero el que fuera canterano del Sevilla ha disputado, desde su llegada el 15 de agosto, cinco encuentros de Liga y uno de Copa de Eslovenia. "Con respecto al fútbol, aquí es muy intenso. Tienes que estar concentrado al máximo y exigirte mucho.

Hay buenos equipos y jugadores rápidos, de muy buen nivel", consideró, coincidiendo en su llegada con el hoy osasunista Pucko. "Tuve la oportunidad de verlo dos encuentros y es un gran jugador joven, con muy buenas características", manifestó.

El zaguero, que pese a poder desenvolverse también como lateral izquierdo, su demarcación natural es la de central, se encuentra plenamente adaptado a su equipo, que lucha por subir puestos en la clasificación (es octavo en una Liga de diez conjuntos), además de sentirse muy cómodo en su nuevo destino: "Mi vida en Eslovenia es entrenar, entrenar y entrenar. Tengo a mi novia conmigo y con ella paso el resto del tiempo. Salimos a pasear, hacemos deporte juntos y también tengo muy buena relación con varios jugadores del equipo, con los que salimos a tomar café, jugar a las cartas?".

Respecto a su paso por el fútbol polaco, donde jugó once partidos de Liga, señala que fue una "experiencia muy bonita" porque le "hizo sentir muy profesional". "Ahí se vive mucho el fútbol. Pude jugar once partidos de la primera vuelta. Estaban contentos conmigo, pero tuve que salir por problemas económicos", recuerda, continuando esta temporada su lucha por un sueño que le hace pagar, por otro lado, un duro peaje: "De Sevilla echo de menos mi familia y mis amigos. Me gusta pasar el tiempo libre con ellos. Y también echo de menos las comidas de mi madre".
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