El apagafuegos del San Juan

El San Juan sumó el pasado domingo ante el San Roque tres puntos de oro en su lucha por la salvación, un triunfo que tuvo como uno de sus protagonistas al nuevo lateral derecho sanjuanero: Manu Moya.

"Llevo cinco o seis encuentros jugando ahí. Para mí es una nueva posición y, aunque en el primer encuentro me noté raro, ahora me siento cómodo y me gusta", declaró el alcalareño, que dio la asistencia del 2-0 en el último encuentro: "Recuerdo que el primer partido que me puso el míster como lateral fue ante el Castilleja y me tocó marcar a Lolo, que es muy rápido. Me costó un poco, pero no estuve mal. Y me he quedado como lateral".

Junto a Navarro, Moya es el comodín del San Juan. Tanto el capitán como el alcoreño se desenvuelven de centrales, mediocentros defensivos y en el lateral diestro. "De broma, me dicen que de qué voy a jugar. En pretemporada, incluso, el míster me probó como mediapunta. Me preguntó que cómo me veía de lateral y le dije que jugaba donde él me dijera. Mi puesto favorito es de central, pero ahora me he adaptado bien al lateral derecho y me he asentado. Incluso, subo bastante por la banda", declaró.

Una vez superada la mala racha que el San Juan sufrió entre la jornada 30 y la 36, en la que sólo sumó un punto, acumula seis consecutivos que le han permitido sacar la cabeza del pozo, hasta el punto de que esta jornada puede encarrilar la permanencia en Conil. "Podemos sacar los tres puntos y si ganamos creo que podríamos estar casi salvados. La Lebrijana (rival auriazul por la salvación) recibe al Sanluqueño y luego va a Alcalá. Confiamos en no pasar apuros porque no hay que jugársela en la última jornada en Lebrija", dijo.

Pese a los momentos vividos, Moya señala que en el vestuario no saltaron las alarmas. "No ha habido nervios. El míster nos daba tranquilidad y los más veteranos también. Pienso que hay equipo para estar más arriba, pero la temporada se ha dado así", finalizó.