Tercera Divsión

El justo triunfo de la perseverancia

El justo triunfo de la perseverancia
Juli llegó al Cabecense hace un año procedente del Lora; antes había jugado en la cantera del Sevilla Este. - Antonio Federero
Antonio FedereroAntonio Federero3 min lectura
Su locución rápida, con las ideas amontonadas y enlazadas sin conexión aparente lo delatan: Juli está feliz. No es para menos. Seis meses con la pelota parada son muchos para quien siempre ha estado corriendo detrás de ella. Pero se acabó la espera. “Se ha hecho eterno, pero ya veo la luz”, admite Julián Sevillano Maldonado, un sevillano de 21 años que el pasado 21 de febrero se rompió el ligamento cruzado anterior y el ligamento lateral interno de su pierna derecha, “la buena”, además de sufrir pequeñas erosiones en el menisco: “Fue en casa, contra el Gerena, sobre el minuto 70... El central de ellos envió un balón largo, yo salí a proteger la pelota, que se marchaba fuera, y un delantero vino a presionarme. Entonces quise girarme pero se me quedaron los tacos clavados... el crujido se oyó en todo el estadio”.
Poco más de un mes después pasaba por quirófano. Era el inicio de un periodo con tanto esfuerzo por recuperarse como desesperación por ver que el tiempo no corre más de lo que le corresponde.

“Lo peor es la parte psicológica de todo esto, porque la lesión se opera y se recupera, pero ver que de pronto se acaba el fútbol, en mi mejor momento, cuando estaba jugando en Tercera y marcando goles, con una llamada incluso de la selección andaluza... He pasado el quinario, no quería ver ni el fútbol en la tele. Para todo dependía de alguien, incluso para coger un vaso. Ahora valoro más las cosas más simples”, relata el defensa, que el pasado lunes empezó a ponerle el punto final a la lesión recibiendo el alta médica: “Ayer (miércoles) empecé a tocar balón y las sensaciones son estupendas. Creo que en un mes puedo ser uno más del equipo, pero tampoco quiero precipitarme, me quiero recuperar bien”, explica alguien que conoce bien el paño como estudiante de fisioterapia que es: “Entre rehabilitación, gimnasio y piscina tuve que dejar un par de asignaturas, pero ahora en septiembre las sacaré seguro”.

Con la perspectiva que permite el paso del tiempo, no tiene reparos en acordarse de toda la gente que ha estado a su vera. Empezando por su malogrado abuelo. “No era futbolero, pero seguro que me estará viendo cuando reaparezca”. Y siguiendo con la familia, su novia, amigos, compañeros y rivales en el fútbol, compañeros de clase, profesores, doctores, fisios del Cabecense y de la federación. Incluso del doctor Isidro Monge, que fue quien le operó, y que poco después sufrió un ictus. “En los malos momentos he visto a la gente que me aprecia de verdad”, dijo.
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