Pavón, del Gerena, por fin encuentra su sitio

Pavón, del Gerena, por fin encuentra su sitio
- Fran Delgado
Fran DelgadoFran Delgado5 min lectura
Aunque cueste creerlo, a veces, la calidad y la habilidad que atesoran diversos jugadores se pierde en el camino futbolístico. Ese era el caso de José Manuel Pavón (Sevilla, 08/02/1994), otrora promesa de la cantera del Sevilla FC que, después de una trayectoria llena de obstáculos, ha encontrado su sitio en el Gerena. 
 
La historia de Pavón parecía escribirse con letras de oro. Tras una temporada 2012/2013 fantástico en el División de Honor del Sevilla, el elegante mediapunta, pieza clave en aquel equipo, conseguía la Copa de Campeones en Balaídos compartiendo vestuario con futbolistas como Borja Lasso o Carlos Fernández: “En cuanto a cantera, fue mi mejor año. Fue una prueba a lo que te viene después: el fútbol real”. 
 
El nivel que alcanzó el futbolista de San Pablo fue tal que el club blanquirrojo lo blindó con un contrato profesional. Sin embargo, en su primer año como sénior Pavón no dio el salto al Sevilla Atlético. Su promoción al Sevilla C cortó la progresión del atacante: “Yo no iba contento a entrenar. Psicológicamente estaba hundido”. Mal asesorado, en enero de 2014 decidió abandonar el Sevilla FC. 
 
Alejado de la “burbuja” de la cantera sevillista, comenzaba la aventura real de Pavón. En el verano del citado año apuesta por marcharse a Alemania para jugar en un equipo de la tercera división del país teutón. Por problemas burocráticos termina en un conjunto de menor categoría. “La experiencia es buena porque aprendo otra cultura futbolística. Un fútbol más físico, que era algo que me faltaba”, declaró. 
 
Después de seis meses alejado de la familia, Pavón se siente atraído por un histórico de Segunda B, el Lucena. El canterano sevillista desconocía los problemas económicos del club. “Recuerdo mi primer día en el vestuario. Lo primero que hicieron fue explicarme que llevaban un mes sin cobrar. Esa fue mi presentación. Yo estaba loco por empezar a entrenar, muy ilusionado”, narró. La experiencia en Lucena se traduce en medio año en el cuadro cordobés sin jugar y sin cobrar.  
 
Pensando en reencontrarse consigo mismo, en el verano de 2015 firma, sin suerte, por la Lebrijana, un equipo que no se amoldaba a sus cualidades: “No era del perfil de allí”, lamentó.
 
Una vez abandona el cuadro de Joaquín Hidalgo, a Pavón le llega la oportunidad más llamativa de su carrera. Una prueba, que no pasa, en los Estados Unidos: “La mejor experiencia de mi vida”. El San Juan, que lo ficha el último día del mercado de invierno de 2016, es el último equipo donde el de San Pablo no encuentra regularidad. 
 
El Alcalá, clave
 
En el verano del citado año se marcó un reto: volver a jugar. “El Pavón que fui ya no lo era, debía volver a jugar e intentar estar cómodo”, explicó. Aconsejado por su amigo Rober Moreno, llegó a un lugar clave en su carrera, el Alcalá: “Tuve mucha continuidad, lo jugué prácticamente todo”. 
 
Continuidad, ritmo de competición, aspectos vitales que Pavón no había casi disfrutado desde su salida del Sevilla FC. “Me había faltado tener cinco o seis partidos seguidos. A los jóvenes les digo que lo importante es jugar, que no se amarguen. Después todo llega”, señaló. 
 
Jugar, disfrutar de minutos, como los que está teniendo en el Gerena, donde es un futbolista vital para Alejandro Ceballos: “El míster me está dando una confianza tremenda. En Gerena estoy súper contento”. 
 
Cuatro años más tarde de la decisión que marcó su trayectoria, Pavón reconoce su error al abandonar el Sevilla: “Si hubiese sabido esperar, podría haber llegado más lejos. En su momento, era mi camino, era mi grupo”. 
 
Tras aventuras en el extranjero, impagos y de sufrir la dureza del banquillo, el mago de San Pablo ha hallado su sitio en Gerena.
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