Manolo Zúñiga, en su tercer partido como entrenador del Coria, ya ha logrado todos los resultados posibles. Debutó con victoria, cayó frente al Utrera y empató el domingo ante un San Roque de Lepe que se encerró tras la expulsión de Rodrigo Íñigo en el 32’.
Pese a ello, el míster ribereño no puso un pero al trabajo de su equipo. “Ha sido un querer y no se ha podido. Se ha intentado de todas las maneras; hemos intentado generar superioridad por fuera y con gente arriba. Ellos se han atrincherado; es lo que tenían que hacer, y debíamos saber guardar la ropa también”, declaró el de Luciana, que sí mostró su disconformidad con el césped del Guadalquivir: “El campo no nos ha ayudado nada. Quería circulación, velocidad por fuera, jugar a un toque o dos, y el campo te ralentiza. Te quita la velocidad, la sorpresa. El campo está igual para todos, pero al de casa le perjudica. En un campo bueno, habríamos tenido ocasiones más claras”.