Alcalá y Algabeño, salvados por la campana

Alcalá y Algabeño, salvados por la campana
Juanma y Pino, capitanes del Alcalá y Algabeño, respectivamente. - Fran Delgado
Fran DelgadoFran Delgado8 min lectura
Una vez confirmado de manera oficial por parte de la Real Federación Española de Fútbol que tanto en Segunda B como en Tercera no habrá descensos, el balompié modesto andaluz se encuentra a la espera de la decisión que tome la RFAF para el resto de competiciones. A este respecto, conviene recordar que la medida aplicada por la Española no es vinculante pero sí orientativa y que, además, la Andaluza ya respaldó la propuesta de Rubiales mediante una consulta a 172 clubes.

De esta forma, lo lógico sería que no hubiese descensos en ninguna categoría; por lo tanto, Alcalá y Algabeño, actualmente en puestos de descenso a Primera Andaluza, permanecerían en División de Honor. “La permanencia era lo que buscábamos, nos daríamos por satisfechos. Nuestro objetivo ya era ese, competir la salvación y hacer un equipo competitivo de cara al curso que viene”, explica Juanma, capitán del cuadro panadero. Su homólogo en el equipo albiceleste, Pino, considera que es la medida más racional: “Voy a ser ventajista. Desde nuestro punto de vista, sí sería lo más lógico. Es cierto que para nosotros era difícil salvarnos, pero quedaban muchos puntos para otros conjuntos y sería injusto descenderlos. No puedes bajar a un equipo faltando 27 puntos. Para el Algabeño la salvación era muy complicada, pero si bajas a unos y a otros no tampoco es justo. Es lo más lógico en el sentido de ser equitativos”.

Además de lógica porque aún faltan nueve fechas, la cancelación de los descensos es la medida menos dolosa para el fútbol modesto. “Un descenso puede conllevar muchísimas pérdidas a nivel económico; es decir, la ruina del club, el cambio de nombre o, incluso, la desaparición. Es más grave de lo que parece. Pierdes nombre, credibilidad, prestigio... La decisión que quieren tomar es la que menos daño produce a los clubes modestos. Si nos hubiese tocado arriba, lo hubiese visto lógico también”, argumenta Juanma, que, sufridor de primera mano de la delicada situación del Alcalá durante las últimas temporadas, sabe muy bien de lo que habla: “Un equipo que camina hacia atrás es muy difícil de mantener”.

En la misma línea se expresa Pino, miembro de un proyecto con el horizonte en Tercera: “Si nos hubiesen quitado los nueve partidos y bajado de categoría, en el plano económico hubiese sido bastante duro. Es la decisión más coherente porque a los equipos les minimizas posibles daños en el plano económico. Es cierto que quizá haya personas que no lo entiendan, pero porque no conocen el futbol modesto. Si todas las ligas lo están haciendo, es porque es lo más coherente”.


Cursos para olvidar

Hasta la jornada 25, fecha en la que se paró la competición, la situación del Algabeño era muy complicada: a diez puntos de la permanencia a pesar de que en el último partido doblegó a la UP Viso, en la que fue la quinta victoria albiceleste de la campaña. “Es un regalo caído del cielo. Es una segunda oportunidad que nos han dado. La temporada pasada nos quedamos sin subir por un partido y este curso hemos tenido una segunda oportunidad”, relata el central algabeño, quien no tiene respuestas para explicar la involución del equipo de Diego Tristán: “No lo sabemos ni nosotros. Se mantuvieron los pesos pesados e hicimos buenas incorporaciones. Nos veíamos trabajando bien, pero los resultados no llegaban. Quizá nos ha faltado suerte en ciertos partidos para ver la recompensa. Las victorias no nos daban nada porque la orilla seguía estando igual de lejos; en cambio, las derrotas nos hundían un poco más en la clasificación. Para concluir, Pino añade: “¿Por qué no dábamos el mismo resultado del año anterior? Estábamos hundidos y no sabíamos el porqué”.

Por su parte, aun estando a cinco unidades de la salvación, el nuevo Alcalá de Fede Jurado iba al alza. “Con el nuevo técnico y la llegada de varios extranjeros, íbamos camino de un cambio en el tramo final. Hubiéramos culminado el curso con la moral alta. El equipo me daba buenas vibraciones, hubiésemos hecho nueve jornadas muy buenas. La plantilla conectó con Fede y estábamos encontrando ese ánimo que nos faltaba”, afirma Juanma, que expone los motivos por los que su equipo no ha rendido. “Nos han perjudicado moralmente las circunstancias externas del club: falta de solvencia económica, la destitución de Pascual… No hemos tenido una estabilidad y, al ser un equipo tan joven, nos ha perjudicado mucho”, expone.


Preocupación por el futuro

El plan de ‘desescalada’ que ha implantado el Gobierno para toda España, en el que se incluyen medidas de seguridad muy restrictivas para el regreso del deporte, prácticamente imposibilita el desarrollo del fútbol modesto en el corto/medio plazo. A la espera de ver cómo evoluciona la pandemia, de cómo será la ‘nueva normalidad’ y con la presente temporada ya prácticamente solucionada, la incertidumbre se sitúa en un horizonte más lejano: el curso 20/21.

“Sinceramente, no me imagino el fútbol modesto en estas condiciones. Den las directrices que den. Por muchas medidas que pongan, es un deporte de contacto. Me lo imagino solo en la normalidad. Que sigamos así y podamos jugar al fútbol... No lo veo volviendo a corto/medio plazo. Es muy complicado”, afirma el panadero Juanma, que agrega: “De cara al curso que viene no sé qué se planteará, pero no sé hasta qué punto se acelerará. Habrá que ver cómo va evolucionando todo, pero a día de hoy se ve difícil el futuro. De repente, no puedes meter a 22 personas en el césped. Sería una locura. No lo visualizo”.

Pino coincide con el central del Alcalá: “No sé qué plan habrá... Las instalaciones y los equipos no están preparados para los entrenamientos que se están planteando. Queda un largo camino para que aparezca un poco de luz. Cuando se empiece, debe ser con las mismas circunstancias que estaba el juego cuando se terminó. ¿Cómo nos pones a entrenar por turnos? ¿Quién controla esas medidas de sanidad? No puedes mantener esa metodología en el fútbol amateur, esos protocolos de salud son inviables. Es muy complicado de aplicar para clubes modestos”.

Una de las dudas que se plantea es cuándo y en qué cantidad podrán volver a los estadios los aficionados, que son la esencia del fútbol modesto. “Un fútbol regional sin público no lo concibo, no tiene sentido. Está muerto. Jugar a puerta cerrada no hay equipo que lo sostenga. Ningún club podría mantenerlo en el largo plazo. No le veo ningún sentido empezar una competición con ese déficit, los clubes modestos estaríamos muy desprotegidos porque los pagos serían los mismos”, concluye el capitán del Algabeño.
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