Un perjudicial 'stand by'

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Un perjudicial 'stand by'
- 06/03/2014
A doce jornadas para que termine la temporada, la salvación del Betis es una quimera. Los once puntos que le separan de Almería y Málaga, ahora mismo, son matemáticamente salvables, sí, pero prácticamente abismales. Haber alcanzado los octavos en la Europa League tan sólo sirve para maquillar el despropósito en el que se ha convertido la temporada. Y puede que, a la larga, suponga la puntilla definitiva para un equipo que quema la calculadora a medida que avanza el calendario y que avista en el horizonte tres partidos de máxima rivalidad y exigencia en apenas 31 días.


En cualquier otra circunstancia, el mes que se avecina se presentaría como cuatro semanas de fútbol apasionantes en una ciudad dividida por sus colores. Y, sin embargo, para la mitad de Sevilla, la verdiblanca, será un particular ´via crucis´.


Pero perder ante el eterno rival o descender a Segunda no es lo peor que le puede pasar a la sufrida parroquia heliopolitana. Más preocupante es que, en el seno de la entidad, siga imperando un desgobierno absoluto -la junta del próximo 28 mantiene paralizado todo-. Nadie se atreve a tomar una decisión, por pequeña que sea. Nadie mira a un futuro al que, pase lo que pase, el Betis ya llega tarde. Con Guillén deseando abandonar un sillón que quema, pocos se atreven (lógico) a dar un paso al frente. Ser recordado como el presidente del descenso no luce en ningún currículum. Y mientras, la entidad vive en un preocupante y perjudicial ´stand by´, sin director deportivo, con renovaciones paralizadas, sin planificación deportiva de ningún tipo. Insisto: por desgracia, hoy por hoy, lo peor que le puede pasar al Betis no es descender y, mucho menos, perder los derbis.
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