En la previa del encuentro de ayer frente al Standard de Lieja, Pablo Machín, entrenador del
Sevilla FC, comentó durante la semana que, a pesar de que nos encontremos aún en el inicio de la temporada, ya ha visto jugar al equipo como él quiere que lo haga. Y es que el preparador de
Gómara llegó a Ramón Sánchez-Pizjuán con un sistema muy marcado que, ante los belgas, una vez más, puso de nuevo en práctica.
Con seis cambios respecto al encuentro liguero frente al Getafe (Carriço por Gnagnon; Amadou por Roque Mesa; Arana por Aleix Vidal; Promes por Nolito; 'Mudo' Vázquez por Sarabia; y Ben Yedder por André Silva), el ex entrenador del Girona utilizó en el debut en competición europea a
cuatro futbolistas que están en el 'top 5' de sus jugadores más usados: Vaclik, Banega, Sergi Gómez y Navas.Así las cosas, con la presencia de
Amadou, el '10' nervionense empezó la contienda algo más liberado, lo que se notó con un
Sevilla más directo que abrió la lata a balón parado con un gran golpeo del ex del Inter. Un tanto que tapaba lo que sufrieron en la primera mitad con cada pérdida en el centro del campo los blanquirrojos, que tenían el balón pero no el control absoluto, como se vio en la falta de concentración en el tanto recibido.
Sin embargo, el golazo de
Vázquez, dos minutos después del encajado, brindó a los hispalenses la tranquilidad necesaria para sobreponerse a los nervios de un posible 'pinchazo'. A partir de entonces, el
Sevilla dirigió el partido, ya sí, a su antojo, llegando por la banda, como
Machín quiere, para firmar, con el 3-1, el principio de la goleada del pentacampeón (5-1).