No pongan diques al VAR

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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No pongan diques al VAR
- Joaquín Adorna (@JoaquínAdornaED)
Las grandes ligas europeas ya utilizan el ´Ojo de Halcón´. La Premier lo implantó en la campaña 2013/14, mientras que la Serie A, la Bundesliga y la Ligue 1 francesa lo hicieron un año más tarde. LaLiga española se ha negado hasta la fecha a ponerlo en marcha por el alto coste -superior a los 4 millones de euros- que suponía su implantación a través de una empresa homologada por la FIFA. La FIFA busca su negocio y Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, también. Tebas ha apostado por un sistema tecnológico propio más barato, el Mediacoach, que detecta los goles fantasmas y otras jugadas polémicas, pero la FIFA no lo considera oficial.

El organismo internacional va dar otro paso más. Evoluciona el Ojo de Halcón para implantar la próxima temporada el VAR (Video Assistant Referee), el videoarbitraje. Esta vez sí, el fútbol español se subirá al carro de la tecnología. De hecho, la próxima campaña Tebas quiere tenerlo a prueba en la Liga y utilizarlo en eliminatorias de Copa. Los árbitros dan su beneplácito porque necesitan esa ayuda, porque sus colegas ingleses, alemanes, italianos y franceses ya se están familiarizando con una nueva forma de arbitrar y, sobre todo, porque temen quedarse fuera de las grandes competiciones europeas y mundiales.

La Federación Española de Fútbol, hasta ahora, se ha mostrado contraria a introducir la tecnología, quizás como reflejo de la guerra abierta que mantienen Villar y Tebas, quien apoya la candidatura de Jorge Pérez y espera un cambio el 22 de mayo en la presidencia que facilite esta necesaria innovación. Es muy probable, además, que estén de acuerdo con su implantación el resto de estamentos del fútbol español.

En el Mundialito de Japón se probó por primera vez y hubo demasiada polémica y confusión. Sin embargo, en el amistoso Francia-España, el VAR hizo justicia a un partido que, probablemente, no habría ganado la selección española sin la ayuda del ´Instant Replay´. Generará dudas al principio. Lo criticarán los puristas e inmovilistas. Se cometerán errores porque seguirá participando, de una u otra forma, la condición humana. Pero el fútbol no puede vivir de espaldas a la innovación.

El Ojo de Halcón ya revolución el tenis, y el VAR revolucionará el fútbol rearbitrando, en principio, sólo cuatro situaciones. 1) Los goles. Si hay gol fantasma o alguna acción antirreglamentaria al marcar, como ocurrió en el tanto anulado por fuera de juego a Griezmann en el amistoso del pasado martes. 2) Los penaltis. Decretar si lo es o no, como el cometido sobre Deulofeu en ese mismo Francia-España. 3) En las tarjetas rojas. Para evitar una injusta expulsión a un jugador. 4) En la identificación. Para que no se produzcan confusiones a la hora de amonestar a un futbolista.

El sistema, obviamente, se irá depurando con el tiempo, pero ya se palpan evidentes ventajas. De entrada, se ponen más y mejores medios para tomar decisiones a quienes imparten justicia, y eso redunda en beneficio de su labor y en la mayor confianza que depositan en los árbitros tanto los actores principales (jugadores y entrenadores), como los dirigentes y los aficionados. Sobre el terreno de juego, resulta evidente que el árbitro gana autoridad porque maneja una información de la que carecen los futbolistas que, como se pudo comprobar en Saint Denis, ni siquiera protestaron la última decisión del colegiado, convencidos de que llevaba razón.

Nos ahorramos esos minutos perdidos con protestas inútiles que son, además, un pésimo ejemplo para los muchos niños que siguen el fútbol en directo. Perderá sentido, con el tiempo, intentar engañar a los árbitros provocando penaltis que no son. La tecnología, en definitiva, puede potenciar el espíritu deportivo y rebajar considerablemente el grado de crispación que rodea al fútbol. Vamos tarde pero, al menos, vamos en la dirección adecuada: hacia un fútbol al que la tecnología le dará una dimensión nueva y diferente, sin tener por qué perder su auténtica esencia. Como dice Tebas, ya no hay retorno. No tiene ningún sentido poner diques al VAR.

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