Cómo activar la conexión Betis-afición

Una pregunta de fácil respuesta: ganando. Si lo hace con 'Jogo bonito', con 'Tiki-taka', como pretende Setién, mejor. Si no, poco importa. En el estreno liguero del Betis en casa el fin, un buen resultado, justifica los medios. La duda ayuda a crecer intelectualmente al hombre, pero los béticos buscan certezas: competitividad, entrega, compromiso y tres puntos con los que empezar a recuperar la complicidad equipo-afición. Esa ´mágica conexión´ con la que tantos partidos se han ganado en el Benito Villamarín y que tanto cuesta percibir en los últimos años.

Los aficionados se han vuelto a ilusionar. Así lo han puesto de manifiesto miles de béticos en los entrenamientos a puerta abierta, en los que Setién y su plantel han sido fuertemente ovacionados. La mala imagen y la derrota en el Nou Camp ante un Barça sumido en plena crisis de la etapa 'post-Neymar' se ha arrojado al olvido, no ha hecho mella en el espíritu de quienes desean mantener vivo el sueño de volver a disfrutar con su Betis.

Ayuda el estreno de Gol Sur, por supuesto. Era una zona indecente y se ha convertido en una aplaudida promesa cumplida. La apariencia externa ha mejorado muchísimo, transmite una imagen de la que el bético puede presumir. Y el motor interno también funciona, así al menos lo ha manifestado Quique Setién, muy satisfecho con los recursos que el club pone a su disposición. Queda lo más importante, que todo ese trabajo se vea reflejado en un equipo capaz de ganar partidos.

Serra Ferrer ha mejorado, muchísimo, el centro del campo. Camarasa -recuperado-, Javi García -debe debutar como titular-, Tello -también se espera su debut- y Guardado elevan considerablemente el nivel del año pasado en el centro del campo. Sigue faltando velocidad en los extremos. Está por ver si Sergio León y Sanabria hacen olvidar a Rubén Castro; si Feddal y Mandi se hacen fuertes en el eje de una defensa sin Pezzella; y, sobre todo, si el Betis tiene calidad para practicar el fútbol creativo que pretende Setién.

La salida del balón en Barcelona generó muchísimas dudas, un catálogo por desarrollar de buenas intenciones. El mensaje del técnico (presión adelantada, posesión, fútbol atrevido, atractivo, combinativo...) ha calado en los seguidores, que un año más van predispuestos a reactivar la conexión con su equipo, esos mágicos hilos invisibles que sólo volverán al Villamarín cuando se ganen partidos.