Como si empezara de nuevo. Con todo el bagaje acumulado en sus maletas viajando y disputando partidos por el Viejo Continente, pero otra vez
en el kilómetro cero de una nueva etapa, la de Berizzo.
Atrás quedan
170 partidos europeos desde que el Sevilla debutara hace 60 años ante el Benfica en la Copa de Europa en 1957 (3-1 ganó). El pasado son recuerdos y
el encuentro 171 es una historia diferente. Se disputa en uno de los estadios más importantes del mundo, Anfield Road, en el que el Sevilla aún no ha jugado en competición oficial; con un nuevo entrenador, Eduardo ´Toto´ Berizzo; y con una plantilla que se parece muy poco a la que derrotó en Basel al Liverpool para conquistar la quinta Europa League. Tan sólo permanece intacta la ilusión permanente de una afición que se ha desplazado otra vez en masa,
unos mil sevillistas, para vivir en directo otra cita inolvidable.
Tras la clasificación en la fase previa ante el Basaksehir, a Berizzo
le llega la hora de la verdad en un escenario donde el Liverpool ha ganado sus seis últimos partidos en Europa. De hecho, los ´Reds´no pierden en su estadio desde el 22 de octubre del 2014. LaLiga, decía Caparrós, es la que da de comer. El Sevilla necesita repetir la cuarta plaza para mantener su nivel de gastos. Pero la Champions
genera los ingresos, los millones, y alimenta el prestigio y la grandeza del club.
Joaquín Adorna
