Joaquín y el relevo generacional en el Betis

Una pena que sume ya 36 primaveras porque la fuerza del espíritu, cuando se trata de fútbol en su máxima expresión, se apaga con los años. Pero es tanta la ilusión que transmite, la pasión con la que se entrega, la calidad técnica de la que disfruta, que a Joaquín Sánchez le sobran todas esas virtudes para liderar a este irregular Betis y para convertirse en el mejor referente para jóvenes y veteranos.


No es buena señal que Joaquín sea uno de los insustituibles y, por sus méritos, uno de los mejores en todos y cada uno de los partidos que disputan los de Setién. Por detrás debería tener una fuerte competencia que nos hiciera pensar en la fecha de nacimiento que aparece en su carnet de identidad, en la decisiva aportación de un capitán veterano moviéndose en zonas de confort o en su figura como aspirante a presidir el club, ahora que también ha invertido en acciones.

No es el caso. En un Betis con grandes lagunas defensivas y visibles dificultades en la construcción del juego, tiraron del carro ante un pésimo Málaga Fabián, Feddal, Sergio León, Adán... y, sobre todo, Joaquín, que ya es el futbolista con más partidos en LaLiga -469- en el siglo XXI. Mientras le dure vivo el duende que lleva dentro, toca disfrutarlo. Pero la edad no perdona y el Betis debe trabajar para fichar a quienes con mejor rendimiento hagan efectivo el relevo generacional.