El fondo de armario de Montella

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
El fondo de armario de Montella
- Joaquín Adorna (@JoaquinAdornaED)
Montella vive con lo puesto. Se ha enfundado un traje de once piezas, con el que se siente muy cómodo, y con otras tres muditas le ha dado para alcanzar una final de Copa, para seguir vivo en la lucha por la cuarta plaza en LaLiga y para intentar el asalto a cuartos en Champions. Tiene mucho más donde elegir, un amplio repertorio para arroparse o para ser más atrevido y, sin embargo, esas opciones las mantiene arrinconadas en lo más profundo de su fondo de armario.

Los buenos resultados obtenidos hasta ahora por Montella no desmontan una teoría general: con tantos frentes abiertos, no hay equipo campeón en el que haya una frontera tan evidente entre titulares y suplentes. Por las circunstancias de su llegada, con la temporada empezada, Montella necesitaba crear un equipo base que asumiera su manera de entender el fútbol. Ya lo tiene y ahora debe activar a los que no forman parte del mismo con una dificultad añadida: se juega buena parte de la temporada en cuatro días, y ante Valencia y United es difícil renunciar a la seguridad que transmite enfundarse el traje de gala.

Recurriendo a sus habilidades para gestionar el grupo, Montella debe empezar a repartir minutos por tres razones. Primero, porque los más usados se pueden agotar -física y mentalmente- o romper. De hecho, Banega y Navas ya han dado los dos primeros avisos. Segundo, porque no todos los futbolistas asumen con la misma disposición un rol tan secundario y es fácil que se contamine un vestuario por esa vía. Y tercero, porque de nada sirve una muda si no está convenientemente preparada; de nada sirve un recambio sin el necesario ritmo de competición.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram