Se pasó con una 9:26.11, de modo que la andaluza habría tenido que mejorar en ocho segundos su marca personal para estar en la carrera definitiva.
La baja de su compañera de entrenamientos Irene Sanchez-Escribano por una lesión poco antes de viajar a Tokio, dejó sola a Robles como representante española en la prueba de obstáculos, que el primer día había dejado un amargo sabor de boca al equipo español. Los tres, Fernando Carro, Sebastián Martos y Dani Arce, fueron eliminados.
Carolina, dirigida por Antonio Serrano, se había ganado la plaza olímpica con mucho esfuerzo después de muchas tentativas, pero a sus 29 años había logrado su objetivo.
En una mañana calurosa (36 grados a pie de pista, con una humedad del 65 por ciento), la sevillana partía con la décima marca entre las catorce de la tercera serie, y sólo las tres primeras (6 más por tiempos) pasaban a la final.
El grupo corría compacto y, de pronto, todo se precipitó. Poco antes de entrar en las 4 últimas vueltas, a la salida de un obstáculo, Carolina se dio una gran costalada al tropezar con la alemana Elena Nurkard, que había caído delante de ella y a la que no pudo evitar.
Tuvo que hacer un gran esfuerzo, en su intento de volver al grupo, y en el segundo mil ya estaba descolgada. Terminó decimotercera y penúltima con un tiempo de 9:45.37.
La ronda había empezado con una marca espectacular de la bahrainí Winfred Yavi, que sin necesidad de hacer alardes, ganó la primera serie con 9:10.80, la mejor marca de la historia en una eliminatoria femenina de obstáculos, en cualquier competición.