Los pilotos de competiciones como la
Fórmula 1 y otras similares no dejan de vivir la pasión de la velocidad cuando se ponen a los mandos de sus coches de calle. Así, los mejores del mundo en la parrilla de salida cuentan también con un parking personal que hará que más de uno quiera
vender su coche a un desguace para intentar emular a los grandes campeones del circuito mundial.
El garaje de Fernando AlonsoEl caso del asturiano es un buen ejemplo de los gustos que tienen los pilotos cuando se bajan del monoplaza y deciden conducir por el asfalto de cualquier ciudad. Sin ir más lejos, uno de los últimos modelos que se le ha visto al dos veces campeón del mundo es un exclusivo Honda NSX. Este coche alcanza una potencia de 581 CV con un propulsor híbrido de última generación.
Sin embargo, el gusto de Alonso no se limita a este potente vehículo de la firma nipona. Fernando ha mostrado en muchas ocasiones modelos tan exclusivos como el Ferrari 458 Italia o el Maserati GranCabrio, dos vehículos que no se ven todos los días recorriendo las calles de la ciudad pero que el asturiano disfruta al máximo.
Lewis Hamilton y el gusto por la variedadEl inglés es otro de los pilotos que más ha hecho crecer su garaje desde que se dedica profesionalmente al mundo del motor. Un buen ejemplo del camino que sigue Hamilton a la hora de elegir sus coches de calle se encuentra en la versión exclusiva del Pagani Zonda 760 LH. El color morado del interior se acompaña de una mecánica que rinde la friolera de 760 CV gracias a un propulsor V12 modificado por la prestigiosa AMG.
Sin embargo, Lewis también tiene predilección por los vehículos clásicos, modelos que resultan tan potentes como estéticamente visuales. Así, no es extraño que el inglés suba a sus redes sociales fotos disfrutando de un elegante Ford Cobra, un modelo perfecto para recorrer las calles de Londres cuando el circo de F1 se mantiene parado.
Los coches de otros pilotosPero la exclusividad y la potencia no son un coto privado de Alonso y Hamilton. Son muchos los pilotos que se dejan ver a los mandos de máquinas de sobrada potencia como son Vettel o Rosberg.
El primero de ellos, el varias veces campeón del mundo Sebastian Vettel, apuesta por modelos más sobrios que los de otros pilotos. De su garaje suelen salir joyas como el Mercedes-Benz SL65 AMG Black Series o un BMW X5. También se le ha visto a los mandos de la furgoneta Volkswagen T2, algo que da idea de sus preferencias.
En cuanto a Rosberg, su gusto por Mercedes-Benz está fuera de toda duda. Modelos como el C63 AMG, el GLK o el SLS AMG Roadster confirman una relación que parece difícil de quebrar.
En definitiva, la velocidad para estos pilotos se vive tanto dentro como fuera de la pista de competición, y es que en sus garajes descansan auténticas maravillas en forma de coches llenos de potencia.
Estadio Deportivo4 min lectura