'Mad Max' quiere el trono de 'Sir' Lewis

'Mad Max' quiere el trono de 'Sir' Lewis
'Mad Max' quiere el trono de 'Sir' Lewis - Adrian R. Huber
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El holandés Max Verstappen (Red Bull), que logró su quinto triunfo del año, el tercero seguido, en el Gran Premio de Austria -con un 'Grand Chelem': saliendo desde la 'pole', con vuelta rápida y liderando de principio a fin- amplió su ventaja en el Mundial de Fórmula Uno, en el que reclama el trono del séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton (Mercedes).

Verstappen, de 23 años, ha asumido el mando. Y se ha convertido en el nuevo hombre de moda de la F1; más aún con el retorno del público a las gradas, teñidas de naranja el domingo, en su honor, en el Red Bull Ring de Spielberg. El circuito de su escudería, que -gracias también a la aportación del mexicano Sergio Pérez- lidera asimismo el Mundial de constructores.


La joven estrella neerlandesa, que el año pasado perdió la oportunidad de convertirse en el campeón de menor edad de la historia -honor que mantiene el alemán Sebastian Vettel- completó el pleno en el primer 'triplete' de la temporada; y, en tres domingos seguidos, después de ganar en Francia, repitió victoria en Austria, elevando a cuatro su número de victorias en la pista de Estiria.


Después de deshacer a su favor el empate a tres victorias en la pista de Spielberg que le unía al mítico Alain Prost -al igual que el citado Vettel, cuádruple campeón del mundo-, 'Mad Max' encabeza el Mundial con 182 puntos, 32 más que Hamilton (Mercedes). A quien aspira, al fin con garantías, a suceder en el historial del certamen.


Hamilton, de 36 años, había igualado el año pasado los siete títulos del alemán Michael Scumacher, motivo por el cuál la Reina Isabel de Inglaterra lo nombró 'Sir'. Y, entretanto, el espectacular y excéntrico campeón de Stevenage ha elevado a 98 y a 100 sus otras dos plusmarcas históricas en F1, la de triunfos y la de 'poles', respectivamente.


Por eso, cuando el sábado se anunció la prolongación durante dos años más del contrato que une al inglés con la escudería de Brackley, en el comunicado se afirmaba que se trataba de la unión "más exitosa de la historia de la Fórmula Uno". No mentía, esa misiva: Mercedes marcó un hito durante los pasados siete años, en los que nunca dejó de ganar ambos Mundiales, el de constructores y el de pilotos; que durante ese periodo se anotó seis veces Hamilton: campeón por primera vez en 2008 con McLaren.


El inglés empezó la temporada con buen pie, ganando tres de las primeras cuatro carreras, en Barein, Portugal y España. Pero 'Mad Max', vencedor en Imola (Italia), sede del Gran Premio de la Emilia Romagna; dio el primer golpe en la mesa en Mónaco. Donde nunca antes había subido al podio. Pero donde, tras ganar la carrera más icónica del año -que el español Carlos Sainz (Ferrari) acabó segundo-, asumió el liderato del Mundial.


Hamilton, séptimo en la Costa Azul, no aprovechó el accidente de Verstappen en Azerbaiyán, donde 'Checo' firmó su segundo triunfo en F1, y el inglés, tras pasarse de frenada en la re-salida, concluyó decimoquinto una carrera en la que el otro español, el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso dio una exhibición con su Alpine para avanzar cuatro puestos en la reanudación y acabar sexto.


Una vez al frente, 'Mad Max' no soltó la presa. Y, tras ganar en Francia una carrera que su compañero mexicano acabó tercero, repitió victoria una semana después en el Gran Premio de Estiria. La primera de las dos carreras disputadas en el Red Bull Ring. En la que Hamilton tuvo que volver a conformarse con ser segundo.


El domingo, el holandés elevó la apuesta, ante sus enloquecidos seguidores. Ganó fumándose un puro, firmando su primer 'Grand Chelem', un día después de firmas su séptima 'pole' en F1: la cuarta de este Mundial y la tercera consecutiva. No cedió liderato desde la salida hasta la meta; y se marcó la vuelta rápida para ganar la carrera por delante del otro Mercedes, el del finés Valtteri Bottas, y de otro joven talento, el inglés Lando Norris (McLaren), que con 21 años festejó su cuarto podio en la división de honor.


Sainz volvió a remontar y acabó quinto con el Ferrari; y Alonso -al que Vettel había arruinado su fin de semana el sábado- exprimió su Alpine para ser décimo y arrebatarle el punto que quedaba en juego al inglés Georgr Russell (Williams), al que no pocos ven ya como el futuro compañero de Hamilton. Que, con problemas en el monoplaza, no pasó del cuarto puesto en el Red Bull Ring.


El astro británico llega con tal desventaja a 'su' Gran Premio, que no tiene posibilidades, ni siquiera en el mejor de los casos, de recuperar el liderato ante su afición, que llenará las gradas de Silverstone. Donde más le vale a Mercedes reaccionar si no quiere acercarse al final del más glorioso ciclo de la historia de la F1.


En el Gran Premio de Gran Bretaña se estrena nuevo formato de calificación de una carrera sprint, en lugar de la sesión habitual del sábado; que repartirá puntos: tres, dos y uno, respectivamente, para los tres primeros.


Un modelo que no desagrada a Alonso, que en una entrevista con Efe dijo que "todo lo que sea cambiar el formato actual y darle un poco de variación al fin de semana malo no va a ser". El viernes habrá un solo entrenamiento libre y otra sesión que decidirá la parrilla de salida de la prueba sprint utilizando el formato de calificación habitual. Un modelo que se volverá a repetir otras dos veces este año. Con seguridad, en Monza (Italia); y posiblemente, en Sao Paulo (Brasil).

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