"Estábamos ya justo detrás de Loeb, le veía y, de pronto, se rompió lo mismo que se le rompió a Stéphane ayer. Hay que ver qué es lo que está ocurriendo, hay algo ahí que está pasando y a ver si de aquí al final del rally podemos solucionarlo", comentó al llegar al campamento.
"En los test no habíamos tenido ningún problema. El problema es que cuando no has competido? Está bien hacer muchos test, pero tampoco exiges al coche al cien por cien y al final la competición es la prueba del algodón, hay cien mil situaciones diferentes. Ahora es el momento de que salgan todas las cosas y prepararnos lo mejor posible de cara al futuro", añadió.
"La etapa no fue buena. Empezó bien, pero rompimos un amortiguador trasero y perdimos mucho tiempo. Esperamos a Stephane, me dio el suyo, lo cambiamos y pude seguir".
Sainz, que ya acumulaba 2h20?13? de desventaja respecto a Al-Attiyah en la general tras el fatídico penúltimo punto de control de la etapa 1B, se dejó una hora, 13 minutos y 57 segundos en el global del día tras tener que reparar su coche.
Por su parte, su copiloto, el también español Lucas Cruz, explicó cómo fue la etapa: "La navegación era complicada, las pistas eran muy invisibles entre mucha piedra. Tenías que ir siguiendo rumbos y distancias", dijo.