Estadio Deportivo8 min lecturaMadrid, 5 may (EFE).- El español Marc Márquez, seis veces campeón del mundo de MotoGP, acertó con su renovación por cuatro años con Honda cuando todo el mundo se mostró sorprendido por lo temprano de su decisión y la longevidad de la misma pero, lamentablemente, el confinamiento por el coronavirus les ha venido a dar plenamente la razón y su camino lo han acabado siguiendo Yamaha y Suzuki.
Sin la sombra amenazadora del coronavirus todavía sobre nuestras cabezas, Marc Márquez o mejor dicho su representante, ya se había "arremangado" para ponerse a trabajar en el futuro de su piloto y, a pesar de tener encima de la mesa ofertas de prácticamente todas las marcas "potentes" del campeonato, la prioridad acabó siendo lograr una continuidad y puesta en valor de quien es el gran dominador de la categoría desde 2013.
Así fue como, avanzado el mes de febrero, saltó la gran noticia que sorprendió a todos con el pie cambiado. Marc Márquez confirmaba su continuidad con el equipo Repsol Honda y lo hacía nada menos que por cuatro años y con un notable incremento de sus emolumentos.
Ese resultó ser el pistoletazo de salida para el resto de marcas y contendientes pues si hasta ese momento muchos eran los que soñaban con convencer a Márquez para cambiar de aires, desde ese momento se veían abocados a "cazar" en el mercado las mejores opciones para su futuro inmediato y ahí estaba el motivo que hizo a los fabricantes con más intereses en el campeonato garantizarse cuando antes las mejores opciones.
Pero antes de ese "análisis de mercado" el equipo Repsol Honda tiene un compromiso pendiente por delante, saber quién será el compañero de equipo del campeón, pues su hermano Álex Márquez se podría decir que está "pendiente de evaluación" y de su rendimiento durante la temporada 2020 dependerá su continuidad en la escuadra campeona del mundo.
Y esa "mejor opción" era otro español, Maverick Viñales, que no tardó demasiado en conseguir la renovación por dos temporadas en el mismo equipo en el que se encontraba, el oficial de Yamaha, en el que también iba a recalar, pocos días después, la gran revelación de 2019, el francés Fabio Quartararo, una decisión que dejaba sin moto a todo un Valentino Rossi.
La pandemia y el confinamiento han situado al nueve veces campeón del mundo en un momento muy complicado para él, pues si en algún momento se planteó que 2020 fuese su última campaña en activo, tendría que despedirse de la competición con un campeonato "capado".
Esa opción, desde luego, no era la que más lo pudiera ilusionar, y así se ha manifestado ya en más de una ocasión, por lo que su principal opción, sabedor de que está fuera del equipo oficial, es mantener su "estatus" de oficial pero en un equipo independiente y sólo hay uno, el malasio de Petronas que dirige Razlan Razali y que también ha dicho ya en alguna ocasión en público que lo vería con muy buenos ojos.
A favor en esta alternativa está el hecho de que uno de sus dos pilotos, Fabio Quartararo, salta al equipo oficial, lo que ya genera un "hueco" para Rossi, pero además el segundo piloto es otro italiano, Franco Morbidelli, que además es integrante de la escuela VR46 propiedad de Valentino, con quien tiene muy buena relación, aunque en esta ecuación "algunos" han introducido la posibilidad de un regreso en 2021 de Jorge Lorenzo...
Pero todo esto son suposiciones y el paso del tiempo las irá clarificando o desmintiendo y, por ahora, lo que sí es cierto es que el Repsol Honda ya tiene a su campeón "atado" por cuatro temporadas, Yamaha dispone ya de sus dos pilotos oficiales y los últimos, por ahora, en incorporarse a esa relación de "confirmados", han sido los pilotos oficiales de Suzuki.
Primero llegó la renovación de Alex Rins, el valor más seguro y ganador del fabricante de Hamamatsu, que anunció su renovación el pasado 19 de abril, y este fin de semana pasado se hizo pública, también, la de su compañero de equipo, Joan Mir, lo que confirma la idea de Suzuki de contar con dos pilotos jóvenes y con proyección que prácticamente han llegado a MotoGP de su mano y esa es la mejor garantía para el futuro.
Además de ellos, también tiene garantizado su futuro el español Tito Rabat, que tiene contrato firmado con el equipo de Raúl Romero hasta finales de 2021 y lo previsible es que el recién llegado Johann Zarco también continúe en la escuadra, salvo que quede una plaza libre en el equipo oficial de Ducati.
El resto de pilotos tiene por delante una complicada temporada, como consecuencia de los múltiples aplazamientos y cancelaciones, para lograr renovar la confianza de sus equipos, pues todavía están sin renovar las dos plazas de Ducati, en donde están Andrea Dovizioso, que no debería tener ningún problema para continuar, y Danilo Petrucci, siempre cuestionado por los dirigentes de la fábrica de Borgo Panigale.
En situación parecida se encuentran los pilotos de KTM, el español Pol Espargaró, que como Dovizioso no debiera tener problemas para seguir con el fabricante austríaco al ser su piloto más competitivo, y el portugués Miguel Oliveira que, como Petrucci, deberá demostrar a lo largo de este extraño 2020 su valía.
El equipo satélite de KTM, dirigido por el francés Hervé Poncharal, es "harina de otro costal" ahora cuenta con el surafricano Brad Binder y el español Iker Lecuona, que tienen ante sí el difícil reto de "convencer" a prácticamente todos, en particular a su "jefe", para lograr una continuidad que de otra manera podría peligrar ante el "brillo" puntual de algún otro piloto, tanto de MotoGP como de Moto2.
Queda Aprilia, en donde lo más lógico es que el español Aleix Espargaró continúe su trabajo de evolución y, al mismo tiempo añada la mejora en sus resultados que, para este 2020, parecen estar más cerca, al llegar a la formación de salida del campeonato con una moto completamente nueva y, al parecer, mucho más competitiva que las anteriores versiones de su RS-GP.
Quien tiene el futuro mucho más complicado, aunque Aprilia siempre le ha apoyado, es el italiano Andrea Iannone, sobre el que pesa una sanción de 18 meses tras dar positivo en un control antidopaje en Malasia, pendiente del recurso de apelación presentado por los abogados del piloto en el TAS.
Juan Antonio Lladós