"Es el peor Madrid al que me he enfrentado en el Santiago Bernabéu; hemos perdido una gran oportunidad". Gerard Piqué tiraba de autocrítica y, de paso, lanzaba un 'dardito' a su eterno rival después de un Clásico que no ha ayudado nada al Betis. Los de Rubi recibirán en el Villamarín a un equipo temible que se ha sacudido la depresión que sufrió tras pinchar con Celta y Levante en LaLiga y, sobre todo, contra el City en Champions.
Qué duda cabe de que es una plantilla con menos talento individual que años atrás. Se aprecia desde que no está Cristiano y se ha acentuado con la enésima lesión de la joya del proyecto, Hazard; el nulo rendimiento de otros como Bale; o la bisoñez de Rodrygo o Vinícius.
Benzema tiró del equipo a inicios de curso. Se secó su caudal y el Madrid sobrevivió gracias a héroes inesperados: doblete de Casemiro, puntual irrupción de Nacho, rachas de Kroos o Modric, o el 'efecto Vinícius, letal en un Clásico que disipa dudas y devuelve motivación.
A pesar de estos hándicaps que justifican el palo de Piqué, los blancos son los líderes de LaLiga y el equipo menos goleado. Sólo han encajado 17 tantos en estas 26 jornadas, su mejor registro desde la 87/88. Zidane asume la falta de gol y aboga por intentar paliarlo redoblando la seguridad atrás. El 'espartano' Mendy hace ponerse las pilas a Marcelo, pero el gran cambio está en la medular. El rombo, que tan buen resultado dio en la Supercopa, suele imponerse al 1-4-3-3. Así, deja menos espacios y es más difícil meterle mano. Arriba no es el de años atrás, pero, si tiene el día...