Si hay ciudad cainita, desde el punto futbolístico, ésa es Sevilla. El aficionado al balompié se cierra en banda a sus colores, fiel a sus respectivas camisetas, ya sean del Betis y del Sevilla, aunque los caminos del fútbol son inescrutables…
Ya ha llovido de aquel verano de 1988, cuando Diego Rodríguez, que había vestido durante seis temporadas la elástica del Betis, equipo del que llegó a ser capitán y alcanzó la internacionalidad, siendo convocado para la Eurocopa de 1988, fue fichado por el eterno rival, un Sevilla que lo firmó libre, provocando un gran revuelo.
Sin embargo, no fue el primer caso. El trasvase de Heliópolis a Nervión, y viceversa, es más habitual de lo que parece, tanto en el primer equipo como en los escalafones inferiores. El reciente fichaje de David Carmona (canterano del Sevilla, con el que jugó en Segunda en su primer filial) por el Betis Deportivo devuelve a la actualidad esta tendencia que Estadio Deportivo repasa en la galería que acompaña a la información.