Advertía esta semana el técnico del Real Betis, Manuel Pellegrini, de la solidez de Osasuna. Y no se equivocaba. El conjunto verdiblanco tuvo que sudar sangre durante los 90 minutos en su afán por rascar algo positivo ante un bloque navarro muy serio en labores defensivas.
Una circunstancia que obligó a dar un paso adelante a los jugadores creativos. Aunque no sería hasta el minuto 80 cuando un inspirado Borja Iglesias vería portería para firmar el que a la postre sería el 1-0 definitivo.