Aunque aún no sea matemático pero el Girona, virtualmente, está en Segunda división. El equipo dirigido por Eusebio ha sido la sorpresa negativa de esta temporada y ya se da por hecho que el descenso es una realidad para la institución. Al propio Eusebio se le escapaban las lágrimas en la rueda de prensa posterior al partido en el que su equipo caía 1-2 ante el Levante.
El equipo gerundense no había caído en los puestos de descenso hasta la jornada 34 en la que caía 1-0 ante el Valladolid en Zorrilla, en uno de los partidos más duros para los catalanes en la segunda vuelta. Una segunda vuelta que los ha condenado a ocupar los puestos bajos de la clasificación ya que sólo a ganado cuatro partidos en la vuelta decisiva de la competición.
Tras su ascenso a Primera, hace dos temporadas, el Girona estaba trabajando para hacer un proyecto importante. Primero de la mano de Pablo Machín, que ascendió al equipo y luego de la de Eusebio. Estas dos temporadas han sido positivas para algunos jugadores del club que han podido hacerse un buen cartel de cara a próximos mercados de fichajes en los que numerosos equipos pondrán las miras en las aguas revueltas catalanas.