Siempre hay excepciones, pero
es habitual que el profesional del fútbol prolongue su carrera. Le resulta difícil desprenderse del balón y apura su trayectoria para continuar disfrutando de la competición y el día a día en un vestuario o en el campo de entrenamiento.
Los hay privilegiados, como el sevillista Jesús Navas o el bético Joaquín, que a sus 35 y 39 años, respectivamente, siguen en la elite.
No obstante, el reloj no suele perdonar o, en ocasiones, las graves lesiones sufridas, y el profesional decide bajar uno o varios escalones y apurar sus últimos días como jugador en el fútbol amateur, desde Segunda B hasta categorías regionales.
Así, campeones de Eurocopa con España, como
Dani Güiza, luce la camiseta del
Sanluqueño; otrora jugadores de Primera como
Esteban Granero juegan ahora en el
Marbella, así como el brasileño
Charles (
Pontevedra) o
Mantovani (FC Andorra). Y quien ha colgado las botas, hay quien no duda en comenzar su carrera como entrenador desde abajo, como
Javi Moreno, que ahora dirige al
SD Ejea, pero anteriormente lo hizo en el
Pozoblanco en Tercera.
No son los únicos, y como Jesús Navas y Joaquín, .