Las altas expectativas generadas por AntonioMohamed a su llegada se han dado de bruces con la realidad en los últimos encuentros. Tras un arranque prometedor, el conjunto vigués no conoce la victoria tras el ilusionante triunfo logrado ante el Atlético de Madrid en la tercera jornada de LaLiga.
Mohamed esbozó de inicio una idea de equipo muy ofensivo, que presumía de asumir riesgos, pero su propuesta actual en poco se parece a lo que aventuró en su día. De hecho, el técnico se ha preocupado más por defender que atacar en este arranque de curso, aunque lo cierto es que no termina de encontrar el camino. Sufre demasiado atrás, de ahí que se abrace a la zaga de cinco, y genera poco volumen de juego cerca del área rival, más allá de la fiabilidad de Aspas y Maxi.
Después de innumerables pruebas y cambios, el técnico no acaba de dar con la tecla y en los últimos duelos ha fracasado también en su idea de defenderse con la pelota. Mohamed ha empleado diversos sistemas (4-3-3, 4-2-3-1, 5-2-2-1, 5-3-2...) con escaso criterio y un menguante rendimiento. "El resultado manda", ha proclamado el preparador céltico, para justificar los cambios y que no haya terminado de trasladar una idea a sus jugadores. Ahora mismo, el Celta es, en gran medida, un equipo en construcción, a Mohamed le está pasando factura su desconocimiento de LaLiga y no ha logrado aún que el equipo funcione como él esperaba.