Con El Sadar como su principal arma, donde Osasuna sólo ha perdido uno de sus siete enfrentamientos disputados hasta la fecha, concretamente el último, ante el Athletic Club, el Sevilla FC visita hoy a un conjunto rojillo que ha sido fiel al proyecto que le devolvió a Primera división, respetando y dando su sitio a los protagonistas principales del ascenso, con Jagoba Arrasate al frente del escuadrón navarro.
Un técnico amante de la cantera, extremadamente trabajador de lo táctico y que es consciente de que la mejor forma de obtener resultados es centrarse en hacer mejor que nadie lo que se te da bien. Con versatilidad táctica, aunque este curso ha impuesto el 1-4-4-2, busca las transiciones rápidas, la estrategia y la verticalidad.
Y es que Osasuna es de nuevo un equipo con alma, con sello propio; ese rival aguerrido que los sevillistas contemporáneos recuerdan de luchas de no hace demasiado tiempo. Un rival correoso que va a la yugular y que cada balón lo lucha como si fuera el último. Un equipo muy vertical, sin alardes, y con auténticos aviones por banda.
Aunque con demasiadas dudas en defensa, eso sí, para recibir hoy al Sevilla. Con Nacho Vidal descartado, Roncaglia sancionado y Aridane también fuera, Lillo apuntaba al lateral derecho, pero no ha sido citado y repetirá ahí Moncayola. Con Unai falto de ritmo, RaúlNavas sería la solución para el eje.