El Sevilla se clasificó sin brillantez para los octavos de la Liga Europa al empatar a cero con el Cluj y hacer valer el 1-1 de la ida por el valor doble de los goles, y acabó despedido por su afición con pitos al lograr el pase después de que, a instancias del VAR, se anulara un gol en la recta final a los rumanos.