Un carnicero, un 'tuercebotas', un insensato, un hijo de su madre... Apelativos posibles hay tantos como contextos y niveles culturales. Acaba la frase tú que puedes, pues no serás expulsado como le ocurrió a
Lopetegui, quien cargó las tintas contra
Bordalás al ver a su futbolista llorando a moco suelto y gritando
'Me han destrozado la pierna'."Le he leído en los labios algo muy grave, un insulto que no se puede consentir", dijo el técnico azulón, quien junto a los suyos
se ha vendido al diablo. Quizá eso explique su 'curioso caso de Benjamin Button'. Ironías al margen, lo que está claro es que el
Getafe juega al límite de la ley, pero por el otro lado; habiéndolo cruzado ya en la mayoría de las ocasiones. Y a ese nivel pasa lo que pasa. Que se juega con el físico de los profesionales.
Djené es un... "chico muy noble y estaba preocupado por Ocampos". Y así prefiero creerlo yo. Pues más allá de la agresión, lo realmente preocupante me pareció lo vivido después sobre el césped del Sánchez-Pizjuán. Un rival,
Ocampos, estremeciéndose sobre el verde, y un agresor,
Djené, que se marchaba entre
quejas, sonrisas y sin el más mínimo síntoma de preocupación por su igual, por su víctima. Algo extensible al resto de futbolistas del Getafe sobre el terreno de juego (). Imagino, o quiero imaginar, que simplemente fue consecuencia del fragor de la batalla.
Por eso, insisto, yo
prefiero pensar que Djené es un chico que "estaba abatido, dolido". Al menos luego, ya que 'durante' no fue así. Quiero pensarlo, como Óliver Torres, pero me cuesta. Djené no tuvo mala intención en el pisotón, fue "fortuito". O eso queremos creer todos. ¿Y tú?
Djené es un...