El
Sevilla FC mantendrá una semana más su
segunda posición de LaLiga pase lo que pase en los partidos de este domingo. Y lo hará pese a sufrir de lo lindo en su visita a un
Athletic Club muy fallón que le perdonó la vida una y otra vez. El fracaso de la Champions sorprendía por ofrecer una imagen totalmente opuesta a su fiable rendimiento en el torneo doméstico, pero en Bilbao sacó a relucir la pobre versión continental, con la diferencia de que se llevó los puntos gracias a que -todo lo contrario que los leones-
embocó su única ocasión reseñable.
A falta de extremos -Suso, Lamela y Ocampos eran tres de las siete bajas-, Lopetegui optó por
acumular centrocampistas de toque. De inicio, se situó el Papu por dentro -donde más cómodo se siente y menos juega-, con Óscar en la derecha y Óliver en la izquierda, pero cambiaban sus posiciones de manera constante. Era
un plan perfecto si tienes la posesión, pero en caso contrario... estaba condenado a sufrir por
falta de recorrido y profundidad de esos perfiles.
Pudo irse al descanso con un marcador de escándalo en contra que habría ahondado mucho la herida abierta en Salzburgo, pero se libró gracias a las paradas de Bono, a la alarmante falta de puntería del Athletic (uno de los equipos con menos gol de la LaLiga) y por el golazo de Delaney.
En la segunda parte formó algo más atrás,
con líneas más juntas y asegurando más los pases para evitar el carrusel de regalos al rival en una nefasta primera mitad en materia defensiva. Eso sí, lo hizo a cambio de
alejarse aún más de la meta de Unai Simón, dejó al Papu sólo contra el mundo y vio cómo el Athletic volvía a perdonar en varias ocasiones. Las más claras, de Sancet y Muniaín.
- BONO: 8Los regalos de sus defensas le dieron mucho trabajo. Primero tuvo que salir rápido a los pies de Iñaki Williams tras un error en la salida de Fernando y luego vio como Dani García estrellaba en el poste un zapatazo. Justo antes del 0-1 sacó un pie salvador para evitar un gol cantado de Raúl García y Vencedor, justo antes del descanso, volvió a toparse con la madera.
- MONTIEL: 6Demostró su carácter en un tenso pique con Iñigo en la mismísima cara del árbitro y en su manera de lanzarse al suelo para ponérsela de cara a Delaney en el 0-1.
- KOUNDÉ: 4Cuando sale de zona, suele desorganizar al rival. En una de sus 'improvisaciones de guion', puso un centro medido para Delaney. Lo malo es que asumir riesgos también tiene su lado malo y el francés perdió más balones que nunca y todos cerca del área.
- DIEGO CARLOS: 5Un despeje al aire no sólo regaló a Raúl García un gol cantado que evitó Bono, sino que agravó sus problemas musculares.
- AUGUSTINSSON: 4El pequeño de los Williams le fijó muy atrás y le hizo sufrir en el uno contra uno. En campo local sólo se le vio para botar los saques de esquina de su perfil. Para colmo de males, pidió el cambio por lesión en el 65'.
- FERNANDO: 5Agobiado por la ingente cantidad de trabajo que tenía. El Sevilla habría necesitado a varios Fernandos para corregir todo lo que hacía mal en la salida y frenar el empuje sin puntería del Athletic. Dejó la peor noticia del partido junto a la lesión de Augustinsson: vio amarilla, es la quinta y se pierde el próximo partido. Se le va a echar mucho de menos.
- DELANEY: 8Como 'box to box' llegó muy bien desde atrás. Primero, rozó el gol en un cabezazo en el 7' que Iñigo desvió a córner; luego, en el 38', puso en la escuadra un sensacional zurdazo para poner el 0-1 cuando el Athletic había perdonado varias. Fajador, va sin miedo al choque.
- ÓLIVER TORRES: 4Muy volcado a la banda derecha, le costó mucho intervenir con frecuencia en el juego y daba la sensación de que cada fase de desconexión le hacía aún más daño. Nunca intentó profundizar y, en sus vanos intentos de asociarse por dentro, acumuló demasiadas pérdidas, lo que intentó compensar con cierto brío en los duelos individuales.
- PAPU GÓMEZ: 8El mejor con mucha diferencia... y el único que daba la sensación de saber qué hacer con el balón. Una y otra vez, salía airoso y con el balón controlado de las multitudinarias emboscadas locales. Ayudó en la recuperación, forzó dos amarillas...
- ÓSCAR RODRÍGUEZ: 3Otra oportunidad al sumidero. Su desdén lo ilustro una volea hacia su propio área en una de las pocas veces que ayudaba en defensa a Augustinsson. Pese a sus 12 pérdidas de balón y una cuestionable precisión en la entrega, aguantó en el campo.
- RAFA MIR: 4Son cuatro partidos sin marcar siendo el único '9' disponible y eso le acarrea críticas, pero nadie puede reprocharle su esfuerzo. Lo da todo en los duelos, intenta generar superioridad cayendo a banda y amenaza con montar contras estériles a la postre al arrancar muy lejos de la portería. Sin extremos, el Sevilla apenas profundizaba y el murciano no tiró a portería ni una vez.
- JULEN LOPETEGUI: 4Casi todas las bajas eran de centro del campo para arriba, pero los mayores problemas los tuvo en defensa. Su plan de acumular jugadores de posesión fracasó porque tuvo menos balón que nunca y muy lejos de la portería rival. Para colmo, la innumerable retahíla de pérdidas absurdas en campo propio pudo propinarle una dolorosa goleada, pero por suerte el Athletic está negado de cara a gol. El tanto de Delaney ayudaba a relajarse y salir a dominar la segunda parte, pero de nuevo salió mal y sólo pudo replegar y defender la renta como si la vida le fuese en ello. Eso sí, los tres puntos le aseguran mantener la privilegiada segunda plaza.
- JOAN JORDÁN: 5Salió en el 65' para intentar tener más balón y aplacar la fogosidad local, pero no lo consiguió. Había muchos nervios, el balón quemaba, el equipo estaba muy atrás, le faltaban socios...
- REKIK: 5Tuvo que salir por el lesionado Augustinsson y se limitó a arropar a una línea defensiva más alterada y vulnerable de lo que acostumbra. Al menos, selló su costado.
- MUNIR: 5Acabó como máxima referencia ofensiva de un equipo que hacía muchos minutos que no atacaba. Tan desasistido como Rafa Mir o más aún si cabe.
- GUDELJ: 5Su entrada en el 85' por Óscar, para acabar con cuatro mediocentros por delante de la defensa y con el Papu y Munir como islotes arriba, refleja que todos los planes de Lopetegui fueron saliendo mal.