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El descenso preña de incógnitas el futuro del baloncesto en Sevilla

El descenso preña de incógnitas el futuro del baloncesto en Sevilla
El descenso preña de incógnitas el futuro del baloncesto en Sevilla
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura

El Real Betis cerró el jueves por la noche la peor liga de su historia, en la que ha sumado a la última plaza, las dos plusmarcas negativas de derrotas más abultadas, en casa y fuera, desde su fundación y abre algunas incógnitas con respecto al futuro del baloncesto en Sevilla.

Los 47 puntos de desventaja (62-109) acumulados anoche por el Iberostar Tenerife supone la mayor derrota en casa del CB Sevilla desde su fundación, en 1987, por encima de la diferencia de 44 (62-106) que le endosó el Saski Baskonia hace menos de tres semanas, el 6 de mayo.

Estas palizas, más el 121-56 (una derrota por 65 puntos que es el récord absoluto en la historia) que le endosó el Barcelona Lassa el pasado 11 de abril, ejemplifican la deriva de un club que ha sumado dos descensos deportivos consecutivos y sólo 16 victorias en 68 partidos desde que, en el verano de 2016, se integró en la estructura del Real Betis Balompié.

La adquisición del 99% de las acciones del Club Baloncesto Sevilla por parte del Betis, certificada meses después por la junta general de accionistas de la entidad verdiblanca, fue una operación auspiciada por el Ayuntamiento de Sevilla para poner fin a la inestabilidad producida por la desaparición de Banca Cívica.

La entidad financiera, heredera de la caja de ahorros a la perteneció el CB Sevilla desde su fundación en 1987 -Caja San Fernando hasta 2006 y Cajasol tras su fusión con El Monte-, fue absorbida por el grupo CaixaBank, que desde el primer día mostró su interés por desprenderse del mismo.

En la temporada 2014-15, ya bajo la denominación de Baloncesto Sevilla, el club estuvo gestionado por Jefferson Capital, un fondo inversor estadounidense cuyo responsable, Jeffrey Meythaler, abandonó Sevilla mediada la campaña propiciando que CaixaBank tuviera que cubrir el presupuesto y recomprar la entidad.

La entidad financiera prorrogó su padrinazgo durante una temporada, al término de la cual, en el verano de 2016, reiteró su deseo, esta vez inaplazable, de desprenderse del paquete mayoritario de acciones, que vendió al Real Betis Balompié con el compromiso de ser uno de los principales patrocinadores durante dos años.

Los resultados no han sonreído al Betis, que ha reiterado la confianza en Fernando Moral como presidente ejecutivo, en las dos temporadas en las que ha descendido deportivamente, si bien el verano pasado logró la permanencia en la ACB gracias a una resolución judicial; y ahora deberá decidir si lo mantiene al frente de lo que ya es una sección plenamente integrada en su estructura.

Para la entidad verdiblanca, cuyas cuentas están fiscalizadas por un reciente concurso de acreedores, el reto ahora es lograr que alguna compañía privada lo ayude a cubrir un presupuesto en mayor medida que Energía Plus, actual patrocinador, cuya presencia se debe a que fue usada como puente debido a que pertenece a su presidente, Ángel Haro, y cuya aportación económica es escasa.

Fuentes del CB Sevilla han cifrado "en unos tres millones de euros" el desembolso que el Real Betis ha debido hacer durante este ejercicio para cubrir el presupuesto del equipo de baloncesto y, en principio, deberá hacerse cargo de todo el montante del mismo para el curso próximo para intentar el ascenso a la Liga ACB.

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