Estadio Deportivo3 min lecturaBarcelona, 30 jun (EFE).- Nikola Mirotic, el santo y seña del Barça esta temporada, el mejor jugador de la Liga Endesa, eligió el peor momento para firmar su peor partido, fue en la final de la Liga ACB, en la que registró un -1 de valoración y unos números alejados de los magníficos que había promediado durante todo el curso.
Mirotic, que además no pudo finalizar el partido por eliminación, consiguió 8 puntos (4/8 en tiros de dos y falló los cinco triples que intentó). El hispano-montenegrino, lastrado por un problema en un gemelo, fue una sombra del jugador que había llevado a su equipo a lo más alto en la Euroliga y en la Liga Endesa.
Sin embargo, este martes demostró que es humano. Nunca entró en el partido y el Barça jugó lastrado. Suerte que recuperó a Thomas Heurtel, que apenas ha jugado este curso por una lesión de larga duración y fue el mejor de largo.
El francés anotó 21 puntos, dio 5 asistencias y capturó 4 rebotes, para un total de 25 de valoración. Curiosamente, cuando el partido se decidía y a poco más de tres segundos para el final, Svetislav Pesic lo dejó en el banquillo antes del último ataque que se resolvió con un triple fallado por Higgins.
El Barça buscaba un título que se le escapa desde 2014, pero este martes tampoco lo consiguió. De aquella final contra el Real Madrid quedan Tomic y Abrines en la plantilla que entrenaba Xavi Pascual y tenía a Juan Carlos Navarro como principal estrella.
En el Real Madrid aquel partido en el Palau Blaugrana fue el último de Mirotic con la camiseta de los blancos. El Barça de esta noche no tiene nada que ver con el que se ha visto durante todo el curso, seguramente mérito del Baskonia, que dejó al equipo catalán en solo 67 puntos.
Salvo Heurtel y algunos minutos de Higgins y de Kuric, el Barça no fue el Barça. Cedió demasiadas segundas opciones al rival y poco a poco fue perdiendo la fe en la victoria, aunque la tuvo hasta el último tiro.
Brandon Davies y Ante Tomic no fueron dominadores bajos los aros; Hanga apenas apareció, como tampoco Abrines ni Claver ni Oriola. Con la Euroliga suspendida y sin la Copa, el Barcelona lo fió todo a la Liga Endesa, pero tampoco la pudo conseguir.
Los azulgranas, que habían construido un equipo muy sólido para ir a por todas las competiciones, se despedirán en blanco de una temporada atípica, pero frustrante para el barcelonismo.
Francisco Ávila